Contexto

La frase “la educación es el principal instrumento para romper el círculo vicioso de la pobreza” la hemos repetido miles de veces,  en estos más de dieciocho años de lucha pacífica contra la pobreza y la trata de personas de Sonrisas de Bombay.

Por ello, la educación es uno de los pilares clave de nuestro trabajo. Impulsamos la educación en todas las franjas de edad, ya que las comunidades con las que trabajamos, aquellas en situación de pobreza y exclusión a menudo ven vulnerados sus derechos más fundamentales, como por ejemplo, la vivienda, la salud, el trabajo o la educación.

En nuestro camino haciendo frente a la trata de personas, la prevención es uno de nuestros tres ejes estratégicos junto con los rescates y la rehabilitación y reinserción de supervivientes. Y es en el marco de la prevención y de la promoción de la educación, donde situamos nuestro proyecto de educación preescolar, no sólo para garantizar un derecho, también para evitar nuevos casos de trata. 

Educación preescolar

En la India, como en muchos otros países la educación obligatoria se inicia a los seis años. Así que para muchas familias en situación o riesgo de exclusión social, se abre una difícil dicotomía, apoyar a sus hijos e hijas para que empiecen la educación preescolar y adquieran ya conocimientos y hábitos fundamentales para su desarrollo o la alternativa: realizar tareas en casa; trabajar, mendigar o estar en la calle, todas ellas opciones que aumentan exponencialmente las posibilidades de acabar siendo víctimas de la trata. Y en el caso en el que las madres ya lo son, seguir su camino.

Curso 2023-24

Así pues, nuestro proyecto de educación preescolar empieza con el trabajo con las familias, el puerta a puerta para conseguir que la balanza se decante por la educación. Tras este primer paso, este año el curso empezó hace semanas, en el mes de junio. Desde entonces se han matriculado ya 243 estudiantes, en los 11 parvularios que tenemos en distintas localizaciones de Bombay. Aún así, el equipo cuenta con seguir haciendo identificación para completar el objetivo del proyecto para este año,  y conseguir ser 258 estudiantes en pocas semanas.

– las reuniones con las familias, en las que además de informar sobre la evolución del curso y del alumnado, siempre aprovechamos para establecer un fuerte vínculo con las comunidades y poder ofrecer información sobre temas de salud, violencia machista, el medio ambiente o la trata de personas.