“Si no estás guapa, no vas a encontrar marido”

“Si no estás guapa, no vas a encontrar marido”, esta es una frase que se puede oír en muchos hogares, y la India no es ninguna excepción. En las últimas décadas ha habido una importante evolución del papel de la mujer en la sociedad en general y también en el reconocimiento de sus derechos. Pero la realidad en todo el mundo aún pone de manifiesto que las mujeres siguen sufriendo discriminaciones y agresiones en múltiples ámbitos. Muchas veces el núcleo familiar no es un espacio libre de este tipo de situaciones. La frase con la que iniciamos este texto, es un claro ejemplo y el origen del caso que hoy os contamos.

Después de varias sesiones, la madre de Anika entendió lo que suponía repetir a su hija comentarios sobre el color de su piel. Hoy Anika cuenta con su apoyo para superar las secuelas.

A menudo el aspecto físico de las mujeres, la talla, el color de la piel, etc. condicionan aspectos de sus vidas. Este es el caso de Anika (nombre ficticio) es una chica de 14 años que con su ejemplo nos muestra cómo esto es así.

Anika es una de las participantes de los talleres de nuestro programa Life Skills Empowerment (LSE), que trabaja con jóvenes para ayudarles a desarrollar al máximo sus capacidades, y poder así relacionarse de la mejor manera posible con su entorno y luchar por sus sueños.

La madre de Anika es una mujer víctima de la trata de personas. Como madre, quiere lo mejor para sus hijas y que no vivan todas las dificultades y el dolor que ella ha tenido que pasar. Para ella, casarse y construir una familia es muy importante. Por ello siempre ha insistido mucho en el aspecto físico de sus hijas. Cediendo a las presiones culturales, insistía en que la piel de Anika no era tan bonita como la de su hermana.

En los últimos meses, durante las sesiones online, nuestro equipo observó que Anika siempre tenía la cara cubierta, finalmente la joven nos contó que había comenzado a utilizar una crema de belleza para aclararse la piel y que le había hecho una reacción en la cara. Esto provocó mucha angustia en Anika, quien al haber sido preguntada no pudo aguantar más, y explicó como se sentía con todos los comentarios que escuchaba en casa constantemente, y lo triste que estaba. Además ahora sumaba la preocupación por las erupciones, al agobio de la situación que estaba viviendo.

Con esta información, nuestra compañera Prafullata, coordinadora de LSE, habló con su madre y trataron tanto la cuestión concreta de la crema, como el impacto negativo que estaban teniendo todos estos comentarios en Anika. Trabajamos en varias sesiones para poner de manifiesto las muchas cualidades de la chica, de tal manera que su madre aprendiera a ver desde otra perspectiva a sus hijas.

Tras varias sesiones, vimos realmente un cambio en su madre y en la relación entre ellas. Y también a Anika mucho más tranquila y segura. Ahora Anika cuenta con el apoyo de su madre y poco a poco va recuperando su bonita piel.

Un caso más, que nos indica la importancia de empezar a trabajar en casa los cambios que queremos conseguir en el conjunto de la sociedad.