Ramya: otra cara de la misma moneda

El mes pasado os explicábamos la historia de Smita, una historia de superación. Este mes os queremos hablar de la situación de su hermana, Ramya, quien también participa en el programa Life Skills Empowerment y recibe nuestro apoyo para continuar sus estudios.

Ramya tiene 16 años, es la segunda de cuatro hermanos, tres chicas y un chico, el menor. Como os contamos, la situación en su casa es muy complicada, su madre es prostituta, su padrastro es alcohólico y el ambiente en su casa, donde hay muy pocos ingresos, es muy duro.

Como sabemos cada hijo vive la realidad a su manera y como puede. En el caso de Ramya la sensación de opresión y agobio la llevó a fugarse de casa para irse con su chico. Estaba muy enamorada, es buena estudiante y muy muy creativa, pero el agobio la llevó a pensar que por encima de todo, lo que tenía que hacer era marcharse de casa: era su única solución. Desde que su madre y su padrastro conocieron la relación, el pasado enero, se oponían totalmente. Así que Ramya se fue de casa, un día de enero. No fue hasta la noche cuando en colaboración con la policía, nuestro equipo de rescate la encontró en la estación Gran Road. Fue entonces cuando ella contó sus planes y el policía le explicó que a su edad, casarse era ilegal. Como consecuencia, su novio negó la relación. Lo sucedido sumió a Ramya en una profunda tristeza, dejó de hablar y se fue a casa de una pariente. No quería ni hablar con el equipo de Sonrisas de Bombay, cosa muy rara, ya que siempre ha confiado mucho en nuestra compañera Prafullata. Finalmente esta consiguió hablar con ella y Ramya accedió volver a casa y a estudiar.

En el viaje de vuelta se escapó de nuevo, y llamó a su profesora a quien le dijo que se quería suicidar. Nuestro equipo de rescate y la policía activaron una operación de urgencia: la volvieron a encontrar, pero en esta ocasión la llevaron a un centro de acogida, donde estuvo más de un mes. Pero su estado mental y físico iban a peor.

Conseguimos que volviera a casa y en abril inició una terapia con Karuna, nuestra psicóloga. En todo este tiempo ha tenido muchos altos y bajos. Le cuesta seguir con sus estudios y actividades. Ramya tiene un problema de ansiedad importante y gestionarlo es muy difícil para ella. Estamos trabajando estrechamente con su madre y con la escuela, para generar un círculo en el que se sienta segura. Ramya quiere mucho a su madre y fortalecer este vínculo parece que está mejorando la situación.

La verdad es que en su caso queda mucho camino por recorrer para que esté recuperada. Esperamos contar con vuestro apoyo. En Sonrisas de Bombay seguiremos a su lado.