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La trata de personas, un problema transfronterizo

 en Mujer, Trata de personas

Hace unos años que, desde Sonrisas de Bombay comprendimos que la trata de seres humanos no entiende de fronteras. Después de mucho tiempo de trabajo en Bombay, colaborando en redadas junto a la policía local, nos dimos cuenta de que muchas de las chicas rescatadas eran de países vecinos como Nepal o Bangladesh y es por ese motivo que extendimos nuestra actuación hacia otras áreas, para prevenir la problemática de la trata de seres humanos desde el origen.

El caso que hoy queremos contar demuestra la importancia de un buen trabajo de sensibilización y prevención en terreno, para que mujeres y niñas, como Nasima, no caigan en las redes de la trata de personas.

Nasima, de Bangladesh a Bombay sola y engañada

Nasima creció en una pequeña aldea en Bangladesh llamada Chakala Darpara, en una familia de ocho hijos e hijas y pudo ir a la escuela hasta 3r curso, donde estudió siempre en lengua bengalí. Cuando Nasima tenía 12 años, uno de sus hermanos se casó y ella se fue a vivir con él y su nueva esposa. Sin embargo, Nasima fue víctima de maltrato físico y mental por parte de su cuñada, que la obligaba a trabajar en casa y la enviaba fuera a hacer trabajos domésticos.

Un día, la esposa de su hermano presentó a Nasima a una amiga suya, que le prometió un buen trabajo en Bombay. La joven, que por aquel entonces sólo tenía 12 años, se fue de casa con el consentimiento de su hermano y llegó a Bombay, donde se alojó en casa de esta señora y su marido. Nasima no conocía a nadie más en la ciudad y no hablaba hindi. Después de unos días, el marido vendió a Nasima a un intermediario en Kamathipura, el barrio rojo más grande de toda Asia, por 50.000 IRN. Las últimas palabras que escuchó fueron “Quédate aquí y trabaja”.

Después de esto, Nasima trató de escapar muchas veces, pero estaba sola e indefensa, y al cabo de unos días se vio obligada a prostituirse. Solo tenía 13 años. Hoy en día continúa siendo explotada sexualmente y jamás ha regresado a su pueblo.

Taller para mujeres en Bombay

En Sonrisas de Bombay pudimos conocer su caso porque Nasima tiene un hijo que asiste a uno de nuestros centros de preescolar. Gracias a los talleres y charlas que ofrecemos a las madres de los niños podemos acercarnos más a estas víctimas y ayudarlas a salir de esta espiral de explotación y violencia. Es importante que podamos detectar desde el origen estos casos y por eso, hace 3 años expandimos nuestras acciones a países como Nepal y Bangladesh. En Nepal estamos trabajando en Nuwakot y Katmandú y en Bangladesh en la región de Shatkira.

Gracias a vuestro apoyo y colaboración podemos seguir impulsando estos proyectos de prevención, para que otras niñas como Nasima no caigan en las redes de la trata.

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