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Joy: la fuerza del amor de un hijo

 en Sensibilización

Joy vive con su madre, que proviene de Bihar, en Uttar Pradesh. Se casó muy joven y Joy nació cuando ella apenas tenía 12 años. El padre de Joy no era un buen marido y solía acosar sexualmente y golpear a su madre.

Incapaz de soportar los insultos y la tortura física, la madre de Joy cayó en una depresión y trató de suicidarse prendiéndose fuego, una práctica habitual en India sobre todo entre mujeres que sufren violencia de género, pero que además no cuentan con el apoyo familiar, porque en la mayoría de estos casos viven con la familia del marido, y suelen protegerlo y defenderlo. Afortunadamente, sus vecinos pudieron salvarla justo a tiempo y ella sobrevivió, aunque con quemaduras en la parte delantera de su cuerpo.

A los días de este incidente, la madre de Joy estaba con una amiga de la comunidad donde vivía y se les acercó un chico que les prometió un trabajo y un medio para ganarse la vida en Bombay. Bombay, una ciudad que para muchas personas es la ciudad de los sueños y las oportunidades, nada más lejos de la realidad para las casi mil personas que llegan cada día en tren a la ciudad india.

Sin darse cuenta de los riesgos y peligros, las dos mujeres se fugaron con el chico con la esperanza de un nuevo comienzo, una nueva vida. Sin embargo, el chico las engañó y las vendió a un burdel en Kamathipura (el barrio de las luces rojas de Bombay) donde fueron víctimas de la prostitución.

Pocos años después, su amiga fue detectada como VIH positiva y no consiguió sobrevivir, dejando a una niña atrás. Desde entonces, la madre de Joy ha estado cuidando de Joy, y de Pinky, la hija de su amiga.

La madre de Joy, como todas las mujeres que ejercen la prostitución en el barrio de Kamathipura, necesitaba un fuerte apoyo para afrontar los desafíos tanto sociales como económicos del día y decidió vivir con su nueva pareja. Envió a Joy y a Pinky a una casa de acogida, gestionada por la ONG Prerana Anti Human-Trafficking, con la que Sonrisas de Bombay colabora estrechamente, donde le podían asegurar que los dos pequeños tendrían comida diariamente, un lugar seguro donde vivir y educación.

Al crecer, Joy ha sido testigo del sufrimiento de su madre y de las dificultades que ha pasado todos estos años para poder criar a los dos hijos. La quiere mucho y solo quiere que pueda tener una vida normal, fuera de este barrio en el que sigue siendo víctima de la explotación con fines sexuales. Él quiere estudiar y alejar a su madre de este mundo que tan injusto le parece para ella.

Durante el confinamiento en India por la Covid-19, la madre de Joy se quedó sin trabajo. Durante ese periodo hubo un corte de energía en su chawl (es un edificio donde todas las personas comparten dos o tres baños y pagan un alquiler mínimo), Joy intentaba ayudar a la persona que vino a solucionar el problema, cuando accidentalmente cayó desde lo alto del edificio sobre el techo de la casa de un vecino, dañándolo.

Este incidente desencadenó una gran discusión entre la madre de Joy y el vecino, ya que el vecino exigió dinero por los daños causados. Si ya era un verdadera lucha poder llegar a fin de mes sin trabajo, este gasto adicional puso a la madre de Joy al límite y en un ataque de ira y desesperación, ella golpeó a Joy brutalmente.

Joy destrozado por lo ocurrido y decepcionado por la actitud de su madre decidió escaparse y desapareció. Su madre estaba muy preocupada por él, y realmente arrepentida por lo ocurrido. Después de buscar durante dos días con la ayuda de la policía y los vecinos, Joy fue encontrado, estaba escondido en un almacén cerca de su casa.

El equipo de Sonrisas de Bombay, que también estuvo involucrado en el caso de Joy, decidió que interviniera Pafrullata, la trabajadora social del proyecto Life Skill Empowerment (LSE). Cuando ella se acercó al chico, él se abrió y compartió toda esta historia con ella. También le explicó que nunca hubiera imaginado un comportamiento así de su madre y que estaba dispuesto a darle la oportunidad de ganarse su confianza nuevamente. Joy siempre ha deseado poder sacar a su madre de este mundo cruel y deprimente, y que puedan iniciar juntos una vida mejor.

El equipo de LSE de Sonrisas de Bombay está brindando sesiones de asesoramiento y apoyo psicológico a su familia y Joy y su madre están respondiendo positivamente a este seguimiento.

Una vez más, queremos darte las gracias porque sin tu colaboración no podríamos ofrecer nuestro apoyo a familias como la de Joy.

Esperamos sinceramente poder ayudar a que el sueño de Joy se haga realidad, que su madre pueda por fin dejar de ser víctima de la prostitución y que juntos puedan comenzar una nueva vida, en un lugar mejor.

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