Cuando sentirse libre caminando por la calle ya es una victoria

Para Madhu (nombre ficticio), la vida no ha sido fácil hasta ahora. Llegó a Bombay desde un pueblo en el interior de la India esperando encontrar un trabajo con el que ayudar a su familia, que se había quedado en la aldea. Poco se imaginaba que quien le consiguió ese trabajo iba a convertirla en una víctima más del tráfico de personas.

Madhu pasó varios años de penurias, pero entonces Sonrisas de Bombay se cruzó en su camino y, a pesar de las dificultades que ha tenido, ha conseguido mejorar considerablemente sus condiciones de vida. Ella ha salido de ese círculo de exclusión y de vulneración de sus derechos como persona, pero hay otras muchas mujeres y hombres que siguen engrosando las cifras. Se calcula que en la India existen 18,3 millones de personas que son víctimas del tráfico humano con fines de diversos tipos de explotación: laboral, en sectores informales, para ejercer la mendicidad o la prostitución. De cada mil personas en la India, seis son víctimas del tráfico humano.

En Sonrisas de Bombay estamos decididos a luchar contra este problema y ayudar a las personas que lo han sufrido. Por eso facilitamos acceso a la educación y a la salud, y ofrecemos asesoramiento legal y tratamientos psicológicos en el Centro Comunitario Kamathipura. Son personas que han sufrido graves situaciones de estrés traumático, y por eso ponemos a su alcance distintas terapias, además de proporcionarles conocimientos sobre cuáles son sus derechos, cómo poner una denuncia ante la policía, o hábitos fundamentales de higiene y salud. No sólo a ellos y ellas como adultos, sino también a sus hijos e hijas.

De esta forma intentamos que las víctimas del tráfico de personas accedan a un mínimo de condiciones de vida dignas, que en ocasiones comienza simplemente con el hecho de poder caminar por la calle sin sentirse humillada o traumatizada, sino como una persona libre e independiente.