Así es como Pooja consiguió acceder a un tratamiento que finalmente la ha ayudado a combatir su enfermedad

Cuando hablamos de justicia social, hablamos de que todas las personas vean respetados sus derechos fundamentales y no sufran ninguna discriminación. Y la salud es también uno de estos derechos, del que hoy os queremos hablar.

Queremos explicaros cómo el trabajo de Sonrisas de Bombay ha contribuido a que la joven Pooja haya conseguido tener acceso a un tratamiento adecuado para combatir la tuberculosis.

En una ciudad con más de veinte millones de habitantes en la que más del 60% vive en barrios de chabolas (slums), con grandes desigualdades socioeconómicas, el acceso a la salud es uno de los aspectos de las vidas de las personas de las comunidades con las que trabajamos, en el que diariamente se dan casos de discriminación: la falta de recursos y servicios en muchas zonas, junto con las dificultades para el acceso, marcan esta realidad.

Este es el caso de Pooja, una chica de Chambur – uno de los slums más grandes de la ciudad de Bombay-, de 22 años de edad. Ella vive con siete miembros de su familia, y hace aproximadamente más de un año fue diagnosticada de tuberculosis, una enfermedad ligada a la pobreza, que afecta a muchas personas en la India, a pesar de los programas impulsados por el gobierno para su prevención y tratamiento.

Pooja sufría un tipo de tuberculosis muy resistente al tratamiento habitual ofrecido por el programa gubernamental, por lo que este no estaba haciendo ningún tipo de efecto, aún así ella se tomaba su medicación con regularidad.

Ante la preocupante situación, la familia de Pooja se dirigió a Sonrisas de Bombay en busca de consejo y apoyo para poder dar respuesta a sus necesidades. Desde el equipo se fijó una reunión con la oficina responsable del programa de la zona, y de esta manera se consiguió una visita en un hospital en el que se pudo realizar un buen diagnóstico y por tanto, un tratamiento adecuado.

Intervenir en este punto era extremadamente necesario, por los riesgos para la salud de Pooja pero también por el riesgo de contagio para su familia. Este caso, que ha generado mucha sensación de frustración a la familia en un inicio, pone de manifiesto la necesidad tanto de seguir trabajando con las comunidades para que conozcan sus derechos y los recursos a su alcance, como de seguir reivindicando el derecho a la salud y conseguir que determinadas enfermedades dejen de estar ligadas a la falta de recursos y a la pobreza.

Con la ayuda de nuestros socios y socias colaboradores y donantes lo hemos conseguido con Pooja, pero hemos de llegar a muchas más personas que lo necesitan. ¿Te apuntas tú también?