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Te presentamos a Silvia: profesora y voluntaria energética, tenaz y soñadora

 en Sensibilización, Sin categorizar

Hoy entrevistamos a Silvia profesora de secundaria en el instituto Lluís Domènech i Montaner de Canet de Mar  y voluntaria en el Departamento de Atención al Socio/a colaborador/a en Sonrisas de Bombay en Barcelona y, en unas semanas, en terreno 🙂

Actualmente, estas colaborando con Sonrisas de Bombay, ¿habías sido voluntaria antes?

Ya había colaborada como voluntaria antes en otros ámbitos. Desde la adolescencia en todo el mundo vinculado al escoltisme (scout) donde fui “cap” (monitora) de chicos y chicas entre 11 y 14 años. Ya en la universidad trabajé unos meses de verano de voluntaria en un kibbutz donde gente de todo el mundo trabajábamos en el campo. Cuando terminé la universidad estuve una larga temporada de voluntaria en un hospital en Ghana, en África Occidental. Y últimamente he realizado voluntariado con gente mayor con la Fundación Pere Relats, en el Poblenou, Barcelona.

¿Cómo nos conociste?

Años atrás había oído hablar de Jaume Sanllorente y de su proyecto “Sonrisas de Bombay” a raíz de la publicación de su libro. Quizá había leído alguna entrevista, pero lo he recordado ahora debido al hecho de haberme acercado a la ONG. He de reconocer que no había leído el libro y que lo he hecho recientemente…  O sea que conocí y entré a fondo en la ONG por el hecho de que nos vamos a vivir una temporada a Bombay y yo estaba buscando alguna cosa para hacer allí.

¿Qué valoras de Sonrisas de Bombay?

Me parece un mérito que una organización que empezó con la idea y la ilusión de una sola persona haya conseguido todo lo que ha conseguido en estos doce años. Tienen muchos proyectos en distintos ámbitos y muchos beneficiarios de los mismos, así como una potente red de trabajadores indios que son los que hacen realidad las actuaciones de la ONG y unos pocos (y también potentes) trabajadores aquí en Barcelona que difunden el trabajo de la ONG y buscan fondos para continuarlos, cosa esencial.

Es una ONG pequeña pero diversa y me gusta de ella que tiene una medida en la que todo parece controlable y todos los que trabajan en ella pueden tener conciencia de lo que se está llevando a cabo.

Estás  apoyando el proyecto de Escuelas Sonrientes, ¿en qué consiste este programa y cuál es tu función en él?

El proyecto quiere dar a conocer el trabajo que realiza la ONG y pretende también sensibilizar sobre la realidad en la ciudad de Bombay, una de las más desiguales e injustas del mundo. Los estudiantes de aquí van a contribuir en el proyecto “Educación Superior” y van a organizar una acción solidaria para conseguir fondos para becar a un alumno de la India, donde la educación secundaria no está cubierta por el estado y el hecho de que sean las familias las que deban costearla supone para muchos estudiantes indios con pocos recursos el fin de su escolarización y probablemente la imposibilidad de salir del círculo vicioso de la pobreza, siendo especialmente alto el abandono en el caso de las niñas.

Por un lado, el proyecto evidencia el privilegio que supone estar escolarizado y que el estado vele porque este derecho sea realidad para cualquier persona, cosa que no siempre valoran los alumnos en nuestros centros educativos.

Por el otro pretende también fomentar la ciudadanía global, activa y consciente. Y es que el proyecto pretende poner en contacto jóvenes de escuelas de aquí con estudiantes de escuelas en India de manera que puedan compartir sus visiones del mundo, sus preocupaciones, sus gustos, sus sueños. Me parece muy interesante del proyecto el hecho de que no se trata solamente de que los miembros de la ONG vayan a dar una charla para sensibilizar sobre la realidad en la India sino que procuraremos el contacto directo con personas de su misma generación y en este compartir de ideas y de cosmovisiones creo que se pueden romper muchos prejuicios y podemos contribuir a la concienciación de que en el mundo global e interconectado en el que vivimos, todos los habitantes del planeta somos parte del mismo proyecto vital.

En unas semanas te vas a ir a vivir a Bombay, ¿has estado anteriormente en la India?

Sí, muchas veces y diría que en casi todas las partes del país. He de decir que a mí me gustó enseguida, a pesar de todas las dificultades y de lo impactante de la realidad de allí.

En Bombay, vas a continuar colaborando en esta ONGD, ¿cómo te imaginas tu día a día?

Pues no tengo ni idea porque de hecho esta es una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta cuando se viaja a la India: hay que convivir con la incertidumbre. De hecho, creo que es una buena filosofía en cualquier parte del mundo, quita presión, no hay expectativas ni ideas preconcebidas, lo que pase pasará y mi día a día estará lleno de imprevistos. Pero esto no es malo, se trata de entender que la vida es esto: que nos vayan pasando cosas. O sea que voy abierta a lo que vaya ocurriendo… Además ya nos han dado una lección para ejercitar nuestra paciencia sin siquiera estar en India y es que los visados de trabajo nos han supuesto más trámites de los que pensábamos y han tardado una barbaridad … Sea como sea intentaré disfrutar, escuchar y aprender todo lo que pueda.

¿Qué le dirías a una persona que quiere ser voluntaria?

No lo sé, la verdad. No creo que tenga la autoridad para decirle nada a nadie…

Silvia,  muchas gracias por dedicarnos tu tiempo y por tu compromiso. ¡Y mucha suerte en Bombay! Te echaremos de menos en Barcelona 🙂

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