Blog

Rita, una historia de ambición y éxito

 en Desarrollo socioeconómico, Mujer, Trata de personas

Hoy os contamos una historia un poco diferente, porque la realidad de la trata ocurre en todo el mundo y en cualquier contexto, pero gracias al apoyo de Sonrisas de Bombay, la historia de Rita se convirtió en una historia de éxito.

Rita es de Bangladesh, y vive en la región de Satkhira. Ella era ama de casa y su marido conductor de camiones. Sin embargo, vivían en la pobreza, ya que su marido no podía encontrar trabajo todos los días y era el único que aportaba ingresos a la familia. Preocupada por el futuro de sus dos hijas, Rita siempre estaba atenta a cualquier oportunidad que pudiera surgir para conseguir dinero.

Víctima de la trata para la servidumbre doméstica

Ante esta situación, un vecino de Rita le ofreció un trabajo en Kuwait como empleada doméstica, lo que era una gran oportunidad para ella. Su vecino trabajaba como intermediario para trasladar a personas de un país a otro y le pidió 180.000 takas (equivalente a unos 1.500 €) para conseguir ese trabajo y mudarse a Kuwait. Pidió muchos préstamos a amigos y familiares y, finalmente, consiguió el dinero y se mudó a Kuwait. Antes de viajar, no recibió ningún tipo de formación ni preparación que le ayudara a sobrevivir en el nuevo país de destino. 

Una vez llegó allí, la situación cambió. El propietario de la casa le quitó toda la documentación, el pasaporte y el teléfono móvil y la hizo dormir en la cocina de la casa. Además, tenía que trabajar también en la casa de unos familiares del propietario sin ningún día de descanso. Rita no recibió nunca un sueldo, no la dejaban hablar en casa e, incluso, la golpeaban muchas veces. 

Harta de esta situación, Rita se arriesgó y huyó para entregarse a la policía. Allí se pudo poner en contacto con su familia y pudo regresar a Bangladesh a través de la embajada. 

De la depresión al éxito

Una vez en casa, la situación no fue nada fácil para ella. Todos los miembros de la familia y los conocidos que le habían prestado dinero estaban enfadados con ella: la evitaban y la presionaran para que les devolviera el préstamo. Esta situación sumió a Rita en una profunda depresión, y le costó mucho volver a la vida normal. 

Un día se unió a la reunión de movilización comunitaria organizada por Agrogoti Sangstha, una de las entidades con las que trabajamos en Sonrisas de Bombay. En esa reunión conoció el proyecto Sapath de apoyo a las personas que se han enfrentado a la trata y partir de ahí recibió asistencia financiera y asesoramiento ocupacional. Se formó como costurera y consiguió abrir su propio negocio. 

Rita empezó a hacer trabajos de costura en casa y también puso en marcha un negocio de alimentación. Hoy en día gana más de 10.000 takas cada mes (80€), lo que la ayuda a contribuir con los ingresos familiares. Además, recibió el premio Joyta, que distingue a las mujeres desfavorecidas que han conseguido trabajar por ellas mismas. 

Un futuro con oportunidades

Ahora Rita ha empezado a soñar con un nuevo futuro: quiere abrir una tienda de ropa, además de ampliar su pequeño supermercado comprando nuevos productos.  

Lo que más le enorgullece es poder ser un pilar para su familia y que sus hijas puedan continuar su educación. Sin duda es un ejemplo para ellas y para todos y todas nosotras.  

Hace poco os contábamos la realidad de la trata con fines de servidumbre doméstica y este caso es un claro ejemplo de cómo funciona y todo lo que tienen que vivir las víctimas. No todo el mundo tiene la valentía (o la oportunidad) de Rita para escapar y denunciar, por eso es importante ser conscientes de que esto existe y denunciar si creemos que alguien puede ser víctima de este tipo de explotación.

Post relacionados

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

0