“Comenzar mi negocio significó encontrar un nuevo sentido a la vida”, la historia de empoderamiento de Chandani

La vida de Chandani nunca fue fácil. Nació hace 27 años en la región de Okhaldhunga, en una familia muy humilde y solamente pudo estudiar hasta 10º (4º de la ESO en España). Se mudó a Katmandú para encontrar un trabajo y poder continuar sus estudios, pero conoció a un chico y al poco tiempo se casó con él. No tardó en empezar a sufrir violencia machista por parte del marido, que la pegaba a diario y se negaba a divorciarse. En este proceso tuvieron un hijo.

Desesperada por salir de esa relación, empezó a trabajar en Dohori Sanjha, una zona de prostitución de la capital nepalí, para intentar ahorrar y escapar de su marido. Aunque el ambiente y el comportamiento de los clientes con ella fueron muy negativos, Chandani aguantó allí tres años, trabajando para sobrevivir y poder alimentar a su hijo. 

Cómo nuestro centro social le cambió la vida

Hace nueve meses, su vida cambió: conoció Pariwartan, el centro social que Sonrisas de Bombay impulsa en Katmandú para mujeres explotadas sexualmente, y quiso tomar las riendas de su vida. Aunque ahora habla de ello con gratitud y orgullo, no fue fácil que confiara en las trabajadoras del centro. En palabras de Chandani “No entendía cómo podían ofrecer estos servicios gratuitos, no confiaba en ellos”.

Finalmente, visitó el centro y empezó a participar en las sesiones de asesoramiento y empoderamiento que organizamos. Al cabo de siete sesiones se dio cuenta del valor de su propia vida y logró marcarse un objetivo: mejorar su autoconfianza y ser capaz de abandonar la prostitución. 

Se convirtió en dueña de su propio negocio 

Las trabajadoras sociales del centro Pariwartan le brindaron el apoyo legal y psicológico para divorciarse de su marido y empezar su propio negocio. Para Chandani ese fue el hito que la ayudó a mejorar su vida: “Después de sobrevivir a toda esa violencia y escapar,  sentí la fuerza y valentía para dejar la prostitución y abrir mi pequeña tienda”. Compartió su idea con el centro y las trabajadoras sociales le ofrecieron apoyo y asesoramiento a la vez que la animaron a trabajar duro para conseguir su objetivo. 

Hoy, con su esfuerzo y el apoyo del equipo del centro social, Chandani ha logrado abrir con éxito su pequeña tienda, donde vende bocadillos, té y comestibles. Actualmente, se siente feliz y orgullosa de sí misma, pues para ella: “Comenzar mi negocio significó encontrar un nuevo sentido a la vida”. 

Chandani, un ejemplo de empoderamiento a seguir

Además de dirigir su propio negocio y haber reconducido su vida, Chandani es también un ejemplo a seguir para muchas chicas que se encuentran en su misma situación. Ella misma sigue muy vinculada al centro social y acompaña a otras mujeres para que confíen en las trabajadoras del centro y puedan abandonar la prostitución. No ha sido un camino fácil, pero ser la dueña de su propio negocio la ha ayudado a superar gradualmente sus desafíos psicológicos y a ganar estabilidad en su vida.

Casos como el de Chandani son los que nos hacen creer más aún en nuestro proyecto. Gracias a las sesiones de empoderamiento y el acompañamiento continuo por parte de las trabajadoras, Chandani logró dar un paso importante en su vida al dejar la prostitución y divorciarse de su marido. Más importante, si cabe aún, es que gracias a Pariwartan, Chandani ha ganado confianza en sí misma y está preparada para afrontar todos los retos que se le planteen en el futuro.