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«Este fin de semana ha sido mágico»

 en Sensibilización

«Este fin de semana ha sido mágico.»

Estas son las palabras con las que el fundador y Director general de Sonrisas de Bombay, Jaume Sanllorente, nos definía cómo había sido el encuentro con Agnell, uno de los chicos del orfanato Karuna. Seguro que muchos y muchas de vosotras sabéis que significa esto, pero tal vez otros muchos no. Os lo contamos:

Karuna es el inicio de Sonrisas de Bombay. Cuando Jaume viajó a la India, conoció este orfanato. En ese momento, Karuna tenía graves problemas económicos e iba a cerrar sus puertas, dejando en la calle a 40 niños y niñas a los que estaban esperando las redes de la trata. Ese fue el «click» que hizo que Jaume comenzara este proyecto que a día de hoy compartimos todo un equipo profesional, casi 3.000 socios y socias colaboradoras, y muchos más donantes, colaboradores y amigos. Una iniciativa transformadora, que ya ha impactado de manera positiva en las vidas de más de 10.000 personas con nuestros proyectos y acciones.

Pues bien, este fin de semana Jaume se ha encontrado con uno de estos niños, ya un joven adulto: Agnell, cuya historia nos emociona y enorgullece, al tiempo que da sentido a nuestro trabajo diario, y nos empuja a seguir sumando muchas más.

Estas son las palabras con las que nuestro fundador describía este encuentro. Las sonrisas de las fotos no necesitan palabras. ¡Bravo Agnell! Y gracias a todas las personas que formáis parte de esta maravillosa historia:

«Cómo casi todos sabéis, inicié Sonrisas de Bombay después de conocer, hace dieciocho años, un pequeño orfanato a las afueras de Bombay que luego daría lugar a una organización que, gracias al apoyo diario de muchísimos seres humanos extraordinarios, ha facilitado un futuro digno a más de 10.000 personas de esta ciudad de la India y de otros lugares del mundo.

Mi contacto con aquellos niños ha seguido vivo y constante. Hoy son unos adultos maravillosos, personas de una calidad humana inmensa y un camino de sueños cumplidos y muchos otros por cumplir en un futuro luminoso. Y aunque todo el mérito es de cada uno de ellos, porque simplemente ofrecimos herramientas, me abruma pensar que he podido tener algo que ver (no sólo yo, sino todos los amigos que se han unido a esta causa).
Uno de aquellos niños del orfanato inicial (que vive en Suiza y trabaja en la docencia tras terminar sus estudios en la India) es Agnell Pillay, que a la misma edad que yo tenía cuando le conocí, está decidido a crear su propia ONG para que otros menores en el país que nos unió puedan tener el mismo destino que él finalmente tuvo y que tanto se merecía.
Me ha pedido que sea su mentor en el camino que emprende – ¡qué honor tan grande! – y ha venido este fin de semana a Barcelona (le prometí en su día que le llevaría a visitar el Camp Nou y las promesas se cumplen 😉) para poder preparar los próximos pasos en la generosa y maravillosa aventura que emprende.
Agnell: estaré a tu lado y al de todos tus compañeros del orfanato hasta el último día de mi vida. Sabes que puedes contar conmigo siempre y sé que lograrás todo lo que te pretendas, porque vales MUCHO. No puedo estar más feliz viendo la persona tan bonita en la que te has convertido. Eres un ser extraordinario.
Ha habido momentos duros en este camino, mucho esfuerzo, muchos tramos en los que las piedras eran muchas. Pero cuando te miro vuelvo a recordar lo mucho que ha merecido y merece la pena haber llegado hasta aquí y seguir avanzando por este camino hacia un mundo mejor.
Ver las personas que sois y lo lejos que habéis llegado es el sentido más bonito que mi vida podía tener. Por vosotros lo haría mil veces… ❤️«

 

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