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Entrevista a Ana Duato antes de su viaje a India

 en Sensibilización, Trata de personas

La relación de Sonrisas de Bombay con la actriz Ana Duato viene de lejos. Hace 11 años, en el año 2012, Jaume Sanllorente y Ana se conocieron en la Gala contra el SIDA, celebrada en Barcelona. La conexión en ese primer encuentro se impregnó en ambos, hasta que tres años después volvieron a coincidir en otro acto, en Madrid. Jaume ofrecía un discurso, durante la ceremonia conmemorativa del 70 aniversario de las Naciones Unidas, presidida por Sus Majestades los Reyes de España y por el Secretario General de la ONU, Ban-Ki-Moon. 

Jaume Sanllorente y Ana Duato

Ana Duato y Jaume Sanllorente, en la Gala contra el SIDA, 2012.

En 2015, Ana ya llevaba siendo muchos años una de las actrices más conocidas y queridas de nuestro país. Aparte de su exitosa carrera, Ana Duato siempre ha tenido interés por los derechos de la infancia. Ese año, 2015, era una fecha muy señalada para Sonrisas de Bombay, ya que cumplíamos 10 años. Entre las actividades que organizamos ese año fue la publicación de un libro de cuentos cortos. Ana Duato fue una de las seis firmas invitadas para escribir ese libro (Diez cuentos, Diez sonrisas. Beascoa, 2015).

Ahora, 11 años después de aquel primer encuentro y de una amistad que ha madurado, Ana Duato va a conocer por primera vez los proyectos de Sonrisas de Bombay sobre el terreno, de la mano de Jaume y del resto del equipo. Y lo va a hacer, además, junto a su hija María Bernardeau. Ella, con 18 años, ya comparte con su madre la inquietud por las causas sociales, además de la faceta artística. Ambas se van a embarcar en esta aventura con un objetivo muy claro. Quieren sumergirse en una realidad que les preocupa y les duele: la trata de personas.

 

Una sonrisa en la mochila

Hemos llamado a este proyecto “Una sonrisa en la mochila”, porque va a ser un viaje ligero de equipaje, pero con un peso muy importante en su interior: las sonrisas que vamos a sembrar. Ana y María van a contar desde su mirada el problema de la trata de personas, y con su testimonio y el apoyo de la sociedad, podremos impulsar y hacer crecer nuestros proyectos de lucha contra la trata en la India y en otras partes de Asia.

Ana Duato y María Bernardeau

– ¿Ana, qué te parece más interesante de nuestro trabajo?
– La historia de Jaume, la llamada que sintió para volcarse contra las desigualdades que vio en su primer viaje a Bombay, fue lo que más me impactó. Yo he tenido siempre un gran interés por los derechos de la infancia, y mi interés en Sonrisas de Bombay empezó cuando vi que él había dedicado su vida a proteger a la infancia más vulnerable que vive en la calle y a ofrecerles educación, asistencia sanitaria… abarcar todas las necesidades del niño. Me llamó la atención porque hay gente que tiene un momento de iluminación y decide dedicar su vida, dar un giro. Hay que ser muy valiente para eso, y tenerlo muy claro. Que haya llegado a conseguir tanto desde 2005, llama mucho la atención. Que no lo hace solo, claro, sino con un gran equipo. Pero debería haber más Jaumes por el mundo.

– Llevas siendo dos años embajadora de nuestra campaña contra la trata de personas, #rompeconlatrata, y hace tiempo que querías hacer un viaje a terreno con nosotros, ¿por qué ahora?
– El impulso y la necesidad surge por el entusiasmo con el que cuenta Jaume las cosas, por los logros que se consiguen. Al final todo esto son cifras, datos que te cuentan y que escuchas con atención y que contagian las ganas de vivirlo, pero para trasladar eso y poder transmitirlo a la sociedad hay que ir al terreno, ver el trabajo. El cambio que ha supuesto que Sonrisas de Bombay haya entrado en una comunidad. Hay que verlo, ponerle nombre, cara y ojos a esos niños y niñas. Palparlo para después transmitirlo desde dentro.

– ¿Qué expectativas tienes con esta experiencia, qué esperas aportar a la causa de la lucha contra la trata de personas?
– Dar a conocer la labor que hace Sonrisas de Bombay y la necesidad de que todos seamos conscientes de una realidad que está ahí, que parece que está lejos pero es una necesidad global. Al final, cuando hay un problema, las mujeres y los niños siempre son los más vulnerables. A mí me gusta mucho el concepto que utilizáis de “esclavitud moderna”, porque hay explotación, no sólo sexual, sino de trabajo, de tráfico de órganos, etc. Es disponer de la vida de una persona, y ¿quiénes son siempre los más vulnerables? Las mujeres y los niños.

– ¿Cómo le gusta viajar a Ana Duato? ¿Hay algo que nunca falta en tu mochila?
– A mí realmente me encanta viajar con una mochila. Los viajes que he hecho a la India anteriormente han sido con mochila, porque la maleta estorba para moverte de un sitio a otro. En este caso iré muy bien acompañada porque voy con Sonrisas de Bombay, y eso es un privilegio para mí y para mi hija, ir de la mano, porque ya no vas como una turista, vas a conocer a gente real que vive allí, y eso es un lujo. Me gusta sentirme más viajera que turista. Observadora. En la mochila siempre llevo un libro, por supuesto. Uno de los mejores viajes que recuerdo haber hecho fue en Marruecos, donde nos perdieron la maleta y estuvimos todo el viaje con lo que llevábamos puesto, un cepillo de dientes y la ropa que nos comprábamos de día en día.

– Sabemos que la India es un país que te fascina. Cuéntanos tu experiencia hasta ahora en este país y qué lugares conoces.
– He estado dos veces en la India. La primera estuve en Bombay, y de ahí fuimos a Goa y a Kerala. Íbamos con mi hijo, que era muy pequeño, y con más familias, con lo cual cuando viajas con niños tienes que tener un viaje más controlado. Y ya me pareció un país maravilloso. Mi segunda vez fue en mi 50 cumpleaños, porque nuestra productora se llama Ganga por el río Ganges. Miguel Ángel, mi marido, es un gran amante de la India, ha estado muchas veces, ha rodado una película allí… Fuimos al nacimiento del río Ganges con la idea de hacer algo que en la India se hace mucho, que es hacer una ofrenda de agradecimiento. Fue muy bonito porque fue agradecerle a la vida todo lo bueno que nos ha traído. Ese viaje lo quise empezar en Bombay para conocer el proyecto de Sonrisas, pero justo en ese momento Jaume estaba en España por motivos familiares.

– Este viaje va a ser muy especial para ti y para tu hija, ¿cómo lo está viviendo ella?
– María siempre ha querido venir conmigo a los viajes que he hecho con Unicef, y se quedaba con las ganas porque me parecía un poco pronto. Pero ahora que tiene 18 años, tiene la madurez suficiente para viajar y conocer otras realidades. Porque una cosa es viajar como niña y otra para ver otras realidades, que a lo mejor pueden ser duras y son muy diferentes a tu vida, y eso es un regalo para ella. Siempre ha sido muy comprometida y muy empática con las personas vulnerables, siempre ha tenido la iniciativa de hacer cosas por los demás. María estudia Bellas Artes, pero también quiere enfocarlo para trabajar con niños, personas desfavorecidas… siempre ha ido por esa línea.

– Aparte de la India, ¿qué otros lugares te transmiten algo intenso o son tus preferidos para descansar, desconectar o estar como en casa?
– Uf… el mundo es muy grande, y cuando empiezas a viajar te das cuenta de todo lo que te falta por conocer. Te puedo decir que me apetecería viajar a cualquier parte del mundo que no esté en guerra. Me atrae todo el mundo. Y otra cosa es mi sitio de descanso, porque viajando no descansas. Y ese sitio, como valenciana que soy, mi sitio de desconectar, de pensar… siempre es frente al mar.

 

Puedes seguir este viaje en nuestro canal de Instagram a partir del jueves 30 de marzo, hasta el próximo 7 de abril.

 

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Comentarios

Hay 2 comentarios en este artículo
  • Ernest
    Responder

    Molt bona entrevista. Molta sort a les dues Valencianes 🙂 Sou genials!
    Ja ens mantindreu informats.

    • Sonrisas de Bombay
      Responder

      Així ho farem 🙂 Gràcies!

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