Conoce a Maite, voluntaria de Sonrisas de Bombay y coordinadora del grupo de trabajo voluntario de Tarragona

Hoy os presentamos a Maite, voluntaria de Sonrisas de Bombay y coordinadora del grupo de trabajo voluntario de Tarragona. Ya veréis, es una mezcla estupenda de emoción y razón. Hoy es un día más en el que podemos decir: ¡que suerte tenemos de contar con estas personas maravillosas en nuestro equipo: ¡Gracias!

¿Cuándo empezaste a ser voluntaria de Sonrisas de Bombay?

Empecé de voluntaria en 2011 en el grupo de voluntarios de Barcelona que es donde residía entonces.
Siendo socia de Sonrisas de Bombay desde hacía unos cuantos años me había preguntado qué más podía hacer para echar una mano en su labor y un buen día recibí un correo en el que solicitaban voluntarios para Barcelona. Me apunté enseguida pero, circunstancias de la vida, muy pronto regresé a Valls (Tarragona) y no tuve ocasión de llegar a conocer a los demás voluntarios que integraban el grupo de Barcelona. Con los años sí he tenido la ocasión de conocerles y ¡son un equipo fabuloso!
Podría decir que empezaba con mal pie pero no sería cierto ya que cuando comuniqué a Sonrisas de Bombay que ya no podían contar conmigo como voluntaria en Barcelona me descubrieron que también había un equipo de voluntarios en Tarragona y desde el verano de 2011 que sigo a su lado, ¡muy contenta de haber coincidido con este grupo!

¿Por qué decidiste participar en Sonrisas de Bombay?

Descubro Sonrisas de Bombay creo que hace unos siete u ocho años, al leer una entrevista a Jaume Sanllorente en la contra de La Vanguardia. Hablaba de su libro “Sonrisas de Bombay, el viaje que cambió mi destino” y del trabajo de la ONG en Bombay. Me despertó muchísima curiosidad y ese Sant Jordi fue uno de los libros que elegí. Soy un poco sentimental pero es que me harté a llorar leyéndolo! No podía admitir quedarme con la llorera y cruzada de brazos, nada más terminar el libro me hice socia.
Al ir recibiendo noticias de la ONG a través de sus correos y newsletters seguía con la sensación de poder hacer algo más y, tal como contaba antes, surgió la oportunidad y estoy encantada de formar parte de su equipo de voluntarios.

¿Qué es lo que has aprendido/conocido de la realidad de las comunidades con las que trabajamos, que te haya sorprendido más o llamado más la atención? ¿Alguna cosa que desconocías o que creías que era diferente?

Vivimos en un mundo lleno de facilidades en las que tenemos agua caliente con solo abrir un grifo y lavadoras que se programan para que tengas la ropa lista a cualquier hora y aun así seguimos protestando, quejándonos a veces ya por costumbre. Me impresionaron muchos de los aspectos de la realidad que descubrí en la sociedad menos favorecida de Bombay. Podía imaginar la pobreza pero hay límites que un niño, en ningún lugar del mundo, jamás debería vivir y que siguen siendo su realidad en muchos sitios, ahora puede que también en Europa con más de 10.000 niños desaparecidos en la crisis de los refugiados.

Creo que lo que más me impactó debió ser el sufrimiento al que se ven obligados muchos niños y niñas de Bombay que solo por haber nacido en cierta casta ya están tachados y se ven obligados a pedir limosna, recoger basura al borde de las carreteras o ser vendidos por sus propios padres a redes de tráfico infantil.

¿Cuál de los proyectos que llevamos a cabo durante estos diez años destacarías y por qué?

¡Difícil escoger sólo uno! Quizás la concienciación en la escolarización, esencial para cambiar el futuro de muchísimas personas. No sólo los propios niños y niñas, también sus familias. Recibir una formación y tener acceso a la sanidad creo que es el mayor proyecto que se ha podido desarrollar en sus circunstancias, tan básico en nuestro mundo y a la vez tan difícil de lograr para tantísimos pequeños. Hay que seguir luchando para que ellos también disfruten de estos derechos.

¿Qué le dirías a alguien para que decidiera hacerse socio de Sonrisas de Bombay?

Que lo que para nosotros es una aportación mínima para ellos significa una puerta enorme abierta que les brinda la posibilidad de dejar atrás situaciones desoladoras y futuros muy amargos. Lograr más sonrisas, ¿quién no puede querer eso?

Si estáis interesados en participar en el equipo de voluntariado de Sonrisas de Bombay, no dudéis en escribirnos a info@sonrisasdebombay.org 🙂