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Conoce a Estel, voluntaria de Sonrisas de Bombay

 en Voluntariado
En estos meses de pandemia, más allá del impacto a nivel de salud y también económico, muchos de nuestros hábitos se han visto alterados. Hemos tenido que dejar de hacer muchas cosas que nos llenan y hacen felices o hemos tenido que modificar cómo las hacemos. Por eso nos hace muy felices, ver cómo las personas voluntarias de Sonrisas de Bombay, que con su compromiso consiguen que cada día podamos seguir persiguiendo nuestra misión, han sido imaginativas para seguir colaborando con nuestra Fundación.
En el caso de Estel, su colaboración es habitualmente online, así que este aspecto ha sido más sencillo. Aún así, estos meses no han sido fáciles para nadie, por lo que estamos muy agradecidos de que haya seguido al lado de Sonrisas de Bombay.
Nos hace ilusión que la conozcáis, ¡pura creatividad! ¡Gracias por todo Estel!
¿Desde cuándo estás colaborando con Sonrisas de Bombay y cuál es tu labor?
Empecé hace ya 2 años y doy poyo con la redacción de las historias de personas beneficiarias de Sonrisas de Bombay para compartir en el blog y en las redes sociales. Cada historia es adentrarse en un mundo, tengo mucha suerte de formar parte del equipo de comunicación de Sonrisas de Bombay. ¡Qué voluntaria más afortunada!
¿Qué te hizo decidirte a colaborar con nosotros?
El primer libro que me leí por mi cuenta fue el de Jaume Sanllorente, “Sonrisas de Bombay, el viaje que cambió mi destino”. Su historia me dejó cautivada. Hace unos años después de un evento de yoga tuve claro que quería ayudar de alguna manera. Colaborar mensualmente pero también aportar algo más. Todo fluyó muchísimo con todo el equipo y hasta me fui a Bombay a ver los proyectos, mi orgullo de ser parte de Sonrisas de Bombay se multiplicó (aún más).
Recuérdanos una historia de las comunidades con las que trabajamos que te haya impactado especialmente.
La historia de Gita (nombre ficticio) me impactó mucho. Una chica que pasó 14 años de su vida ejerciendo la prostitución y tubo 3 hijos y que gracias a la labor de Sonrisas de Bombay consiguió salir de ese mundo y tener un trabajo diferente.
¿Qué destacarías de tu experiencia como voluntaria?
El trato del equipo de Sonrisas de Bombay, mi contacto directo es Ana y todo es sencillo, fácil y agradable. La labor que hacen a diario todo el equipo hace que el granito de arena, que aporto como voluntaria, solo sea una pieza más. Tanto el equipo de Bombay como el de Barcelona son increíbles y se consigue ayudar a tantas y tantas personas porque los que trabajan para Sonrisas de Bombay son verdaderos genios con un corazón inmenso.
Un mensaje para aquellas personas que aún no se han decidido a dar el paso de colaborar con Sonrisas de Bombay:
Ayudar sin esperar nada a cambio es la sensación más bonita que jamás he vivido. La ayuda de cada persona voluntaria supone mucho para todos los proyectos de Sonrisas de Bombay. Con un pequeño esfuerzo tuyo allí solucionas tantas cosas, ni te imaginas.
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