24 de febrero: un año de guerra en Ucrania

Es un aniversario especialmente triste: se cumple un año de la invasión por parte del ejército ruso de Ucrania. Un año en el que las consecuencias nefastas de esta guerra solo hacen que sumar muertes, heridos, miseria e inversión en armas al resto de conflictos armados que están activos en todo el planeta. Por eso desde Sonrisas de Bombay una vez más alzamos la voz para pedir el alto al fuego, en este y todos los conflictos activos. Una llamada rotunda a la Paz.

Y es que en Sonrisas de Bombay llevamos ya más de 17 años de lucha pacífica contra la pobreza y en favor de los Derechos Humanos. En los últimos años nuestra acción se ha focalizado en contribuir a erradicar la trata de personas. Una acción transformadora que fomenta el acceso a la educación, a la salud y al desarrollo socioeconómico, juntamente con la atención directa a víctimas y supervivientes, y a la prevención de este problema global.

Más de 500.000 personas se convierten cada día en todo el mundo en víctimas de la trata. Una cada minuto. La India es una de las destinaciones más frecuentes para la explotación sexual de mujeres y niñas, especialmente en las grandes ciudades. Se calcula que Bombay cuenta con 400.000 mujeres explotadas sexualmente, de las cuales 180.000 son menores.

Todo esto es violencia, como lo es la guerra de Ucrania que por primera vez nos hizo movilizar recursos en Europa, en concreto en Cracovia. El conflicto ha generado un éxodo de miles de personas, un contexto que reune todas las características para que las redes de trata y tráfico de seres humanos actúen y aprovechen la desesperación y la confusión de cuantos huyen para captar nuevas víctimas de explotación. Si bien en los últimos meses habíamos iniciado acciones en zonas concretas de Asia, como Bangladesh, Nepal y Calcuta para prevenir nuevos casos de trata y explotación sexual y también para apoyar a supervivientes, la guerra en Ucrania nos llevó a esta zona donde hemos estado apoyando acciones en esta línea durante un año. Pero todo este recorrido también nos ha llevado a empezar acciones en España. Estamos trabajando estableciendo una red con agentes, cuerpos de seguridad, organizaciones e instituciones que trabajan en la lucha pacífica contra la trata, para ofrecer servicios de atención a personas víctimas de la trata y supervivientes que procedan de las zonas en las que hemos trabajado tradicionalmente.

Así pues, son los casos de trata y explotación sexual y su dimensión global los que nos han llevado a mirar más allá de Bombay y a ampliar nuestra acción a otras zonas de Asia y también en España. Y a llevar nuestra lucha pacífica por los derechos humanos allá donde pensamos que podemos incidir para avanzar en nuestra misión.

Pero hoy la palabra clave es PAZ.