Movilizamos recursos en la frontera de Ucrania para prevenir la trata de personas

Una crisis de refugiados, como la provocada por la guerra en Ucrania, es caldo de cultivo para los casos de trata de personas

Tras el inicio de la guerra declarada el pasado 24 de febrero con el ataque de Rusia a Ucrania, la Organización Internacional de las Migraciones calcula que ya han huido de Ucrania más de dos millones de personas. Conforme dure el conflicto, Naciones Unidas estima que este éxodo masivo puede llegar hasta 5 millones de personas.

Este contexto reúne todas las características para que las redes de trata y tráfico de seres humanos actúen y aprovechen la desesperación y la confusión de cuantos huyen para captar nuevas víctimas de explotación. Las fronteras con los países vecinos de Ucrania: Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Moldavia, son ahora mismo zonas de Europa con un altísimo peligro de que se produzca un importante aumento de delitos relacionados con la trata de personas.

Antes del conflicto actual, la trata de personas ya era un importante problema social en Ucrania. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, Ucrania es el país de la Europa del Este donde más personas han sido víctimas de la trata, en concreto 117.000 entre 1991 y 2007.

Ocho años de conflicto interno y con Rusia, han hecho desplazarse a 1,4 millones de habitantes. La guerra abierta ahora no hace sino aumentar la vulnerabilidad de cientos de miles de ucranianos, especialmente la de mujeres y niños. Se calcula que antes de la guerra, el desempleo obligaba a salir del país a 8 de cada 10 mujeres que terminaban siendo explotadas sexualmente en distintos países europeos.

La prioridad de las agencias internacionales y organizaciones que trabajan en las fronteras de Ucrania con otros países en este momento es la seguridad y protección de todas las personas que huyen. Asimismo, garantizar que puedan acceder a servicios de asistencia, identificación y evaluación de sus necesidades. En tercer lugar, y especialmente, proteger a personas más vulnerables: mujeres, niños, niñas y adolescentes.

Es precisamente en estos grupos donde las redes de trata de personas encuentran a las víctimas perfectas para engañarlas o aprovecharse de ellas. Las redes de trata, posteriormente, trasladan a estas personas a otras ciudades u otros países para explotarlas de diversas formas. En el caso de Ucrania, los principales destinos de las víctimas de trata hasta ahora han sido sobre todo la explotación laboral y la explotación sexual.

Hemos comenzado a movilizar recursos prevenir que más niños, niñas y mujeres sean víctimas de estos delitos

Desde el compromiso de Sonrisas de Bombay con la erradicación de la trata de personas, creemos necesario intervenir en la zona y para ello hemos movilizado recursos a Cracovia y a la frontera de Ucrania con Polonia a Przemyśl, donde llevamos días en contacto con las autoridades para coordinar las acciones más necesarias. Las prioridades de la organización serán la prevención de nuevos casos de trata y la identificación de necesidades concretas que permitan la protección de las potenciales víctimas. En definitiva trabajar para que las personas que buscan refugio puedan hacerlo con garantías y evitando el peligro de las redes de trata.

Nuestro director general y fundador, Jaume Sanllorente, se encuentra actualmente en Polonia al frente de la coordinación de las acciones de emergencia, para cuyo apoyo hemos lanzado una campaña de captación de fondos. Colabora con esta Emergencia en Ucrania y ayúdanos a evitar que niñas, niños y mujeres que huyen de la guerra en Ucrania, sean captados por las redes de la trata de personas.

Es necesario actuar para seguir luchando de manera pacífica contra la pobreza, la trata y sus peores aliados desde el convencimiento de que la paz es el único camino por el que avanzar.

Os seguiremos informando de nuestras acciones como siempre desde nuestros canales habituales.