Rompiendo el tabú de la salud mental

Taller de Sonrisas de Bombay sobre salud mental con víctimas del tráfico de personas.

Generalmente, hablar de salud mental es un tema tabú en nuestra sociedad occidental, cuanto más en la India para las mujeres que han sido víctimas de tráfico humano. Sin embargo, es un aspecto clave para que estas personas puedan superar los traumas que arrastran o, al menos, convivir con ellos de una forma que no suponga un problema en sus vidas. Nuestros equipos en Bombay son conscientes de esta situación y por eso facilitan a estas mujeres un espacio seguro y de confianza para que puedan expresarse y hablar de sus experiencias, ayudándolas a superar su dolor y a recuperar la salud mental.

El año pasado se dio a conocer que el 6,5 por ciento de la población en la India sufre depresión, convirtiéndose oficialmente en el país con mayor índice de personas con esta dolencia. Este dato es sólo una cifra media en un país de 1.340 millones de habitantes, pero en el barrio de Kamathipura, el barrio de las luces rojas de Bombay, no es un dato sino una realidad que vemos a diario entre las personas con las que trabajamos. Víctimas de explotación en diversas formas, prácticamente esclavizadas, lejos de sus hogares de origen, vulnerables y dependientes de sus explotadores, para estas mujeres la depresión a menudo deriva en distintos tipos de adicciones lo cual, lejos de solucionar su problema, lo hace más complejo.

Las mujeres víctimas de tráfico y explotación sufren los traumas psicológicos sin tan siquiera saber que están afectando a su salud mental. En un taller con once mujeres participantes, que sufrían depresión, uno de los primeros objetivos para ellas es que sean conscientes de su dolencia. Se les explica que el estrés y la ansiedad pueden conducir a la depresión, y que sentirse irritables o tener pensamientos negativos sobre una misma llevan a la inseguridad. El primer paso es romper el tabú a hablar, para progresivamente ganar confianza y recuperar la autoestima. Los casos que precisan un tratamiento se derivan al sistema de salud público, de manera que las personas pueden volver a llevar una vida todo lo normal que es posible para una víctima de una lacra como la de la explotación.