¡Radhika sonríe!

Con una discapacidad desde su nacimiento, Radhika (en esta ocasión hemos preferido utilizar un nombre ficticio) se mueve con dificultad y camina acompañada de unas muletas. Actualmente, tiene 23 años y, en estos poco más de veinte años, ha tenido que hacer frente a momentos muy difíciles, tanto que ahora se muestra inmune a las felicidades y a las tristezas de la vida.

Desde el principio, ella no contó con el apoyo de los miembros de su familia y, de hecho, a menudo fue criticada por ellos por sus dificultades para gestionar sus tareas. La falta de apoyo de su familia y las críticas constantes le provocaron problemas de autoestima y Radhika se volvió tímida y dejó de hablar con la gente. Ella perdió el contacto con la realidad exterior y creó su propio mundo…
Pero Radhika se ha unido al proyecto Life Skills Empowerment de Sonrisas de Bombay, que busca preparar a sus beneficiarias para la vida diaria y hacerlas más independientes y autónomas. El programa les proporciona las herramientas que les permiten desarrollar su propia identidad y les anima a ser agentes de cambio en sus comunidades, sus familias y en la escuela.

Para Radhika, este proyecto fue un rayo de luz y de esperanza. Ella se unió hace cuatro meses y hoy, dice: “He descubierto una nueva persona dentro de mí”. Desde su participación en el programa, se siente más segura, ha comenzado a tomar sus propias decisiones y es mucho más firme en sus elecciones. En su opinión, la mejor sesión fue aquella en la que se trabajaron las habilidades de comunicación, ya que le ayudó mucho a superar sus problemas en el trabajo.

Radhika afirma que “todavía tengo problemas en la vida, pero ahora también tengo un lugar de confianza para hablar de ellos”. Esta es la historia de Radhika, pero podría ser la de todas las chicas que conforman el proyecto Life Skills Empowerment.