Andrea, otra fantástica voluntaria de nuestro equipo

Siempre, siempre, siempre nos deshacemos en elogios hacia las personas que forman el super equipo voluntario de Sonrisas de Bombay. Personas comprometidas, siempre con una sonrisa, valga la redundancia, y con muchas ganas de afrontar retos y resolver todo aquello que pensamos que es importante abordar para poder avanzar en nuestra misión: Transformar la realidad de personas vulnerables a la trata, así como de sus familias, para fomentar el empoderamiento de las comunidades, consiguiendo así cambios sostenibles.

Estos días, la guerra en Ucrania nos ha llevado a un nuevo y complicado escenario: ofrecer apoyo a las personas que huyen del horror en Ucrania y evitar que en esta huída caigan en manos de las redes de la trata. Un autobús con 29 personas llegó ya a Barcelona la semana pasada, y se espera que esta otro autobús llegue a Madrid. Ninguna de estas acciones sería posible sin todas y cada una de las personas que voluntariamente con su compromiso nos han ayudado a poder organizar todo. A todas ellas: ¡Mil gracias!

Y por eso hoy os queremos presentar a Andrea:

Me llamo Andrea Blanes, soy diseñadora gráfica y editora de vídeo, y me encanta aprender y embarcarme en un montón de proyectos diferentes.

¿Desde cuándo colaboras con Sonrisas de Bombay y cuál es tu labor?

Llevo como voluntaria dos años, montando vídeos, creando algunas piezas gráficas y a veces revisando contenido. Siempre es muy gratificante, en gran parte porque el equipo de Sonrisas de Bombay es fantástico.

¿Cómo conociste la organización y que te llevó a hacerte voluntario?

Leí por casualidad la famosa entrevista que hizo La Vanguardia a Jaume Sanllorente y recuerdo que en su momento me impresionó mucho, sobre todo, por su energía ante una misión tan enorme como la lucha contra la trata de menores y mujeres en India.

Un día me paré a analizar un poco mi trabajo de diseñadora, y me di cuenta de que todo siempre resultaba ser un producto para la venta, para generar ganancias a diferentes clientes y seguir moviendo la rueda inevitable del consumismo. Y pensé, lo que yo sé hacer ¿no podría servir para algo más? ¿Para algo bueno de verdad? Por algún motivo recordé a Sonrisas de Bombay y me puse en contacto con ellos.

¿Te gustaría viajar a Bombay para conocer de cerca los proyectos de Sonrisas de Bombay?

¡Claro que sí! Aunque creo que sería algo que me impactaría mucho. Espero poder hacerlo algún día.

Un mensaje para aquellas personas que aún no se han decidido a dar el paso de colaborar con Sonrisas de Bombay:

Pues me gustaría decirles que no podemos perder de vista la situación privilegiada en la que nos encontramos. Hay diferentes maneras de colaborar en la medida que cada uno se pueda permitir y cada gesto cuenta, por pequeño que parezca. Vale mucho la pena, lo prometo.

Un abrazo a todas/os.

Y otro enorme para ti Andrea, ¡gracias por tanta creatividad e ilusión!