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Yousef nos cuenta a través de su historia nuestra lucha pacífica por los Derechos Humanos
Día Internacional de los Derechos Humanos
Hoy, 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, conmemoramos la Declaración Universal que en 1948 estableció que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Pero sabemos que entre las palabras escritas y la realidad vivida hay un abismo.
El artículo 4 de la Declaración de los Derechos Humanos dice: «Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre». La historia de Yousef nos ayuda a visibilizar como hoy, se estima que 50 millones de personas en todo el mundo son víctimas de este delito. Pero en realidad lo que queremos en Sonrisas de Bombay, un día como hoy, es demostrar como el trabajo y la suma de esfuerzos que realizamos durante todo el año para combatir este grave problema social, tiene resultados.
Yousef, nombre ficticio para proteger su identidad, llegó a España desde Pakistán con 22 años buscando una oportunidad. Atrapado tras responder a un anuncio de trabajo en Facebook, pasó seis meses en condiciones de explotación laboral y trata. Apenas le pagaron, comía una vez al día, vivía hacinado y sufrió una agresión física que marcó el punto de no retorno. Yousef hizo algo extraordinario: se negó a ser invisible. Denunció ante la Guardia Civil y, sin rendirse cuando no obtuvo el apoyo esperado, se pudo ir a Cataluña donde tenía un amigo, y ahí fue cuando contactó con el teléfono de A21. Desde dicha organización derivaron el caso a Sonrisas de Bombay y empezamos a trabajar juntos en mayo de este año.
La lucha por los Derechos Humanos
El derecho a la dignidad comienza con el derecho a ser escuchado. Y Yousef apenas podía comunicarse en castellano. Comprendimos que el idioma no era solo una herramienta: era la llave para acceder a todos los demás derechos. El 7 de junio comenzó nuestras clases de castellano para personas migradas.
Lo que ha sucedido después es la prueba de que los derechos humanos no son declaraciones abstractas, sino conquistas concretas que se construyen día a día. En solo 53 días, Yousef pudo realizar su entrevista con la Guardia Civil en castellano, y finalmente lograr su identificación oficial como víctima de trata y el acceso a su permiso de residencia y trabajo. El artículo 13 cobraba vida: «Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia».
En unos pocos meses, Yousef ha pasado de pronunciar palabras sueltas a construir frases completas, a expresar sus necesidades, a poder defender sus derechos como él quería, a soñar en voz alta con su futuro. Cada conjugación de verbo era un derecho recuperado. Cada conversación, un paso hacia la igualdad.
Hoy, Yousef continúa su formación en dos centros más de idiomas, está en proceso de selección para obtener un Certificado Profesional de Fontanería y se prepara para trabajar como fontanero los fines de semana, mientras se forma. Está ejerciendo su derecho al trabajo digno, a la educación, a construir un proyecto de vida en libertad.
En el vídeo que compartimos contigo, Yousef nos cuenta cómo las clases de castellano transformaron su camino. Escucharle es comprender que los derechos humanos se conquistan en las aulas, en las oficinas de atención, en cada gesto de acompañamiento profesional y humano.
En este año tan especial en que cumplimos 20 años trabajando contra la trata, la historia de Yousef nos recuerda por qué seguimos: porque cada persona que recupera su voz, sus derechos y su futuro nos acerca un poco más al mundo que proclamó aquella Declaración hace 76 años.
Los derechos humanos no son un destino: son un camino que recorremos juntos. En Sonrisas de Bombay lo hacemos a diario, gracias al apoyo de las personas que lo hacen posible, podemos avanzar al lado de grandes valientes como Yousef. Este 2026 seguiremos trabajando por los Derechos Humanos con nuestras acciones contra la trata de personas en India, Bangladesh y Nepal.

