Sabina tiene un proyecto para mejorar su vida

Sabina era pequeña cuando su vida que de inicio no era fácil se empezó a complicar.

Cuando Sabina tenía nueve años, su padre, con el que vivía junto a su madre se volvió a casar por segunda vez. Esto pasada en Bangladesh en un pueblecito de Satkhira district. Este hecho abrió la puerta a tiempos muy difíciles. Si bien su situación económica siempre fue difícil, a partir de ese momento empeoró: su padre las abandonó y su madre empezó a trabajar.

Cuando Sabina tenía 13 años e iba a la escuela se enamoró de Abdul y se casaron. Pero cuando llegó el momento de trasladarse a casa de los padres de Abdul, estos se negaron: no aceptaban el matrimonio. Fue entonces cuando Abdul le propuso irse juntos a India, a casa de una de sus hermanas, para buscar un trabajo y mantenerse ellos mismos.

A los 15 días de llegar Abdul le propuso a Sabina que empezase a bailar en bares de dudosa reputación. Ella se negó. Y la respuesta fue clara: “Si no lo haces, te mataré”.

Tras tres años de bailes y torturas de diferentes tipos, Sabina consiguió huir. Llegó a una nueva ciudad, en la que no tenía ningún vínculo. A los pocos días conoció a Omar, quien también había emigrado a India y se encontraba en situación regular. Se enamoraron y se casaron. Parece que por una vez, la suerte empezaba a sonreír a Sabina, quien empezó a trabajar en la misma fábrica de acero que él. Dos años después tuvieron una hija. Omar quiso ir a Bangladesh a conocer a su suegro y a presentarle a su nieta. Así lo hicieron, pero un año después, su marido se fugó. Sabina cree que volvió a India, pero no pudo encontrarlo y así hasta hoy.

Sabina tiene ya 33 años. Ha rehecho mínimamente su vida. Su hija va a la escuela y su madre vive con ellas. Sabina trabaja como jornalera y saca a delante a la familia con mucho esfuerzo. Ahora ha empezado a participar en el proyecto de la organización Agrogoti Sangstha con la que trabajamos en Bangladesh para apoyar a mujeres que han sido víctimas de la trata y/o explotadas sexualmente y evitar que más mujeres, en situación de exclusión y pobreza, vivan estas traumáticas experiencias. Sabina quiere aprender para conseguir un buen trabajo mejor y poder ofrecer  a su hija de la mejor educación posible. Está previsto que Sabina participe en un curso de formación entre los meses de noviembre y enero. Así que esperamos daros buenas noticias a principios del año que viene y contar con vuestro apoyo para que así sea.

#rompeconlatrata

*En esta historia hemos modificado algunos datos para proteger la identidad de esta mujer y su familia.