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Dipali, Anjali y Meenakshi: rumbo al futuro

 en Educación

Rumbo al futuro: Todo parecía ir muy despacio, pero en realidad, iba muy rápido. Dipali, Anjali y Meenakshi, con solo 4, 3 y 2 añitos, andaban sin rumbo por los slums. Hermanas inseparables, cada día empezaban su propia batalla desconocida. Sonreían a ratos cuando encontraban algún motivo para jugar, pero flaqueaban en otros. Había momentos que sus cuerpecitos no respondían ni para jugar. Las ganas de descubrir el mundo también cesaban, les faltaba energía para seguir. No conocían rutinas ni horarios y la hora de comer nunca llegaba.

Ramesh y Jyoti, el papá y la mamá de las tres hermanas, trabajaban en la construcción y no dedicaban tiempo a cuidar de sus hijas. El rumbo de Dipali, Anjali y Meenakshi cambió por completo cuando miembros del equipo de Sonrisas de Bombay las encontraron deambulando alrededor del parvulario de Govandi. Ellas no sabían que aquel encuentro era el principio de un cambio radical en sus vidas. Jugar, comer, aprender, cantar, compartir, amar. Verbos en infinitivo que iban a convertirse, muy pronto, en gerundio. Sonrisas de Bombay se encontró con muchas dificultades para localizar a su familia, ausentes de lo que es su casa por trabajo durante todo el día. En la segunda visita el equipo consiguió hablar con la mamá de las niñas y explicarle la gravedad de la situación en la que se encontraban, haciéndole tomar conciencia del nivel de desnutrición y las necesidades que tenían sus hijas pequeñas. Jyoti, analfabeta desconocía todas las cosas positivas que podía implicar que sus hijas fueran a la escuela. El equipo del proyecto de Educación preescolar convenció a la mamá para que llevara sus hijas al parvulario de Govandi, donde podrían adquirir conocomientos adecuados para su edad, recibir cuidados y participar del programa de nutrición.

El rumbo ha seguido cambiando para las 3 hermanitas. Dipali, Anjali y Meenakshi acuden al parvulario cada día, visten el uniforme de color rosa que les proporciona Sonrisas de Bombay, sonríen más y deambulan menos. Están creciendo y aprendiendo rápido. Ahora ya andan con firmeza y sin pesadez. Juegan más, cantan con deseo las canciones que la profesora les enseña y han hecho su grupo de amigos y amigas.

El pasado 31 de octubre de 2017 fue el inicio de una nueva etapa en los slums de Govandi: la inauguración del parvulario para hijos e hijas de familias sin hogar. Este parvulario es un símbolo de transformación, oportunidades y justicia social.

Desde Sonrisas de Bombay, y gracias a tu colaboración, seguimos luchando día a día para ayudar a los niños y niñas de los slums a tener un futuro mejor, al mismo tiempo que trabajamos con las familias para que conseguir cambios positivos  y que interioricen todo lo que implica cuidar a sus hijos de la forma más saludable y respetuosa posible. Gracias por hacer posible que os contemos historias tan positivas como las de estas tres pequeñas.

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