Blog
Pinky es nuestra heroína del mes: conoce su historia
Ayer os hablábamos del especial fin de curso que realizaron las chicas de Life Skills Empowerment (LSE) y hoy os queremos presentar a nuestra heroína del mes, quién también ha participado en el programa.
Su nombre es Pinky, una mujer de 25 años que actualmente trabaja como cajera en una tienda de Star Bazaar, una conocida marca de supermercados en la India. Hoy os explicamos como Pinky, que no lo ha tenido nada fácil en la vida, ha llegado a ser una «agente para el cambio» del proyecto LSE. En este caso, como os comentábamos ayer, el proyecto LSE busca que las chicas desarrollen al máximo sus habilidades y capacidades, consigan la máxima confianza en sí mismas, y conozcan sus derechos y todos los servicios que tienen a su alcance. Al fin y al cabo, se trata de darles herramientas para que sepan desarrollarse en un entorno cotidiano y puedan lidiar y resolver los desafíos que se les presenta día a día.
Pinky llegó a Bombay hace casi 25 años, recién nacida, junto con su familia, con la esperanza de encontrar un posible tratamiento para los problemas que tenía en una de sus piernas. Desafortunadamente, los médicos no encontraron solución alguna y la familia de Pinky decidió quedarse en Bombay con la esperanza de encontrar más oportunidades para un futuro mejor. Su familia, formada actualmente por 5 hermanos, pero que en aquel momento eran 3, vio como sus gastos se incrementaron considerablemente al instalarse en la ciudad, ya que el coste de vida en Bombay es mucho más elevado que en otros lugares. Además, con la muerte de su padre a los 12 años, Pinky tuvo que dejar los estudios para cuidar a su familia y su hermano mayor empezó a trabajar en una empresa de mensajería para mantenerlos a todos.
Unos años después, Pinky conoció el programa Life Skills Empowerment (LSE), gracias a una campaña que se llevó a cabo desde Sonrisas de Bombay para darlo a conocer. La campaña la lideraba Prafullata, quién consiguió convencer a muchas chicas para participar, explicándoles la importancia y los beneficios que tienen todos los talleres y actividades que se realizan dentro de LSE. Prafullata es otra de nuestras heroínas, de quien os hablaremos próximamente.
Fue en ese momento cuando la vida de Pinky dio un giro de 180 grados: pasó de quedarse encerrada en casa, ayudando en las tareas domésticas, a asistir a talleres con compañeras, conociendo a otras jóvenes, su entorno y opciones de futuro.
“Empecé los primeros días en LSE para buscar otra clase de actividad que no fuera quedarme sola en casa, pero luego me di cuenta de la verdadera importancia que tenían estas sesiones, sobre todo aquellas relacionadas con temas de salud, técnicas de comunicación y las visitas.”, recuerda Pinky. “Fue entonces cuando comprendí como de importante es la educación para ser autosuficiente económicamente. Y los cambios llegaron: empecé a tener más confianza en mí misma y tuve el deseo de hacer algo más. Entendí la importancia de cuidar de mi misma y de cuidar de la salud y bienestar de mi familia. Mis tabúes sobre diferentes temas de salud, mis preocupaciones sobre el problema que tenía en mi pierna y mi complejo de inferioridad se desvanecieron por completo. Vi como a través de las actividades que realizamos, las funciones en la calle, por ejemplo, ¡hasta me expresaba mejor! Descubrí que si trabajas duro por algo puedes conseguirlo”.
Gracias a estas experiencias, Pinky volvió a estudiar y fue en una visita de LSE a un hospital, cuando descubrió que le interesaba el mundo de la medicina y decidió hacer un curso relacionado que le permitió empezar a trabajar, a tiempo parcial, en un dispensario médico.
Ahora Pinky trabaja de cajera en una tienda y, junto con su hermano, son los responsables de mantener a su familia, algo que la hace sentir muy orgullosa. Su historia es realmente inspiradora y sirve de ejemplo para muchos. “Mis vecinos no creían en mí, pero ahora me utilizan de ejemplo para sus hijos. Es más, a menudo me piden consejo para que les ayude sobre los procedimientos de los bancos y correos”, nos comenta Pinky. Por toda su historia, Pinky fue distinguida en los actos organizados por Sonrisas de Bombay el Día Internacional de la Mujer, con un reconocimiento como a ejemplo a seguir. Esto la hizo sentir alagada y le da fuerzas para darlo todo como «agente para el cambio» y ser un referente para muchas otras de las chicas de las comunidades de los slums con las que sigue trabajando en el marco de LSE.
¡Gracias por hacerlo posible! Pinky, te deseamos todo lo mejor para tu brillante futuro.