Rumbo a los ODS de 2030

Tras tres años de andadura, la carrera hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) arroja luces y sombras. Las sombras de vernos todavía lejos de alcanzar los indicadores meta establecidos (España se sitúa en una muy mejorable 25ª posición en la primera evaluación de progreso) pero con la visión positiva de una cada vez mayor concienciación y un trabajo que, al menos desde nuestra perspectiva de entidad no lucrativa, parece ir encaminado a una mayor colaboración y coordinación.

Desde nuestro nacimiento, cuando ya los extintos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) llevaban un lustro de vida, Sonrisas de Bombay recogió el guante lanzado por Naciones Unidas y alineamos de inicio nuestro trabajo con las directrices que desde allí se marcaban. Así, nuestra Misión se enuncia como “transformar la realidad social de Bombay para garantizar el respeto de los Derechos Humanos y el acceso a una vida digna de las comunidades más desfavorecidas de Bombay”.

No es por tanto casualidad que, pese a nuestro tamaño, tengamos incidencia en nuestra intervención sobre diez de los 17 objetivos.  Actualmente en nuestros proyectos tratamos encarecidamente de aportar nuestro granito de arena en la India para poner fin a la pobreza (ODS 1), mejorar los niveles de nutrición de los más pequeños (ODS 2), garantizar el acceso a atención sanitaria (ODS 3), proporcionar una educación a quien no puedo costearla (ODS 4), fomentar el empoderamiento de la mujer (ODS 5), facilitar el acceso a empleo o impulsar a nuestra población beneficiaria a crearlo por ellos/as mismos/as (ODS 8), frenar las desigualdades extremas (ODS 11), mejorar la habitabilidad de los slums o barrios de chabolas (ODS 12), posibilitar la justicia para todos y el disfrute de los DDHH (ODS 16) e impulsar la colaboración multi-actor, trabajando codo con codo con el sector empresarial y las autoridades públicas (ODS 17).

Es en este último punto donde creemos que radica la clave para lograr estos ambiciosos pero necesarios objetivos. En un país como India, con un desarrollo en constante evolución y un contexto cultural de sumo arraigo, nada sería posible si no aprendemos a trabajar en red, con las instituciones públicas, las empresas y su motor de progreso, las organizaciones de la sociedad civil, otras entidades no lucrativas con las que nos asociamos para multiplicar el impacto, y por supuesto, trabajando CON (y no PARA) nuestras comunidades, las verdaderas protagonistas e impulsoras del cambio.