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Más allá de las cifras sobre la trata de personas

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La trata de personas es un fenómeno oscuro que sucede a oscuras. Como ya hemos denunciado anteriormente, los últimos datos recabados a nivel internacional hablan de una tendencia al alza de la trata de personas en todo el mundo. Pero más allá de estas cifras se extiende un amplio espacio sobre el cual a menudo no existe luz y es difícil de cuantificar.

Nos detenemos en la región de Asia por ser la que ocupa nuestro trabajo en el terreno, y porque refleja algunas características que describen la trata de personas hoy en día. Según el último informe de la UNODC, esta región concentra el 73 por ciento del total mundial de víctimas de la trata con fines sexuales. La mayor del mundo con diferencia. Pero hagamos zoom más allá de estos datos.

Asia es la región del mundo con mayor número de niños y niñas detectados y traficados. En concreto, el 45 por ciento de niños y niñas respecto al 44 por ciento de mujeres mayores de edad. Es decir, casi la mitad de las víctimas traficadas y detectadas en Asia tienen menos de 18 años. Este escalofriante dato no quiere decir que en términos reales existan más niños y niñas explotados que mujeres adultas, sino que son detectados en mayor número. Pero da una idea de la magnitud del problema, y de que puede ser la punta de un terrible iceberg.

Asimismo, se sabe que el 36 por ciento de todas estas víctimas detectadas por las autoridades en Asia son traficadas exclusivamente con fines de explotación sexual. El resto son traficadas para ser explotadas laboralmente o para otros fines. Del total de víctimas traficadas para ser explotadas sexualmente, entorno a un 27 por ciento de ellas son niñas y, alrededor de un 11 por ciento, niños. Es decir, 38 de cada 100 víctimas de la trata con fines sexuales, detectadas en Asia, son menores de edad.

Otra característica peculiar de la región de Asia al hablar de la trata de personas es el carácter doméstico de esta actividad ilegal. El 96 por ciento de la misma se realiza mediante el flujo de víctimas entre países vecinos, más que en ninguna otra parte del mundo. Y la región asiática es también donde mayor cantidad de tráfico de personas se detecta relacionado con una práctica endémica en la región: los matrimonios infantiles, habitualmente englobados en una categoría ambigua de “otras formas de explotación” pero que constituye una práctica muy poco documentada oficialmente. Otra forma de explotación oculta pero habitual en algunos países de Asia, como la India, es la servidumbre y el trabajo doméstico, y que cuentan con su correspondiente mercado negro. Este fenómeno afecta especialmente a las niñas, las cuales además de ser obligadas a trabajar, interrumpiendo su educación radicalmente, quedan expuestas a situaciones de abuso sexual y violencia doméstica igualmente invisibles.

Por todo ello, vemos que más allá de las cifras generales de la trata de personas se extiende un amplio espacio con rincones y líneas delgadas donde aún no existen datos, algo característico de un fenómeno tan complejo y que sucede fuera de los márgenes, pero que sin duda forman parte de un todo y están relacionados entre sí. Se nutren y se alimentan de una misma relación de causa y efecto, que es siempre el mismo: obtener un beneficio por la extrema necesidad o el engaño a otras personas, en una violación inaceptable de los derechos humanos.

Con motivo del Día de los Derechos Humanos queremos invitaros a firmar el manifiesto #rompeconlatrata. En este spot, la actriz Ana Duato, comprometida con la campaña, nos presenta el manifiesto y anima a formar parte de esta acción impulsada por Sonrisas de Bombay, ya que denunciar es el primer paso para luchar contra esta injusticia.

 

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