La historia de Asmita y Mina

En Sonrisas de Bombay trabajamos con las comunidades para transformar futuros en busca de la justicia global. Para ello el trabajo de campo para conocer su realidad y los problemas compartidos es fundamental.

Uno de estos futuros es el de Asmita, una niña de 3 años. Asmita vivía con su familia en Kanjurmarg, un área cerca de Vikhroli. Su padre trabajaba ocasionalmente como peón en la obra y su madre era ama de casa. Durante sus primeros años de vida, Asmita no recibió muchos cuidados de sus padres, su hermano murió de pequeño y sus padres la acabaron abandonando.
Su familia tenía problemas para llegar a final de mes y el entorno familiar no era saludable. La casa era muy pequeña para acoger a todos los miembros, estaba muy sucia y llena de malos olores. Los padres de Asmita, además, discutían constantemente e incluso en algún momento se llegó a las agresiones físicas, que en ocasiones se extendieron a los niños.

Mina Shankhar Bharshankar vivía justo enfrente de la casa de Asmita. A Mina le encantan los niños y solía jugar con ellos todos los días. Una desafortunada noche, los padres de Asmita se fueron, abandonando a Asmita. A la mañana siguiente, Asmita se despertó y se dio cuenta de que sus padres ya no estaban allí. La tristeza del abandono de su madre hizo que los gritos de Asmita sorprendieran a Mina.

Mina era madre de dos niños, ambos ya mayores, pero sabiendo de la difícil situación de Asmita, no lo dudó y decidió asumir su custodia. Sonrisas de Bombay conoció la historia gracias al equipo Balwadis que detectó información contradictoria en los formularios de admisión. Una vez conocieron la verdadera historia se pusieron en contacto con Mina para poder compartir con ella sus preocupaciones y necesidades.

Actualmente, Mina cuida de Asmita y se hace cargo de ella. Asmita asiste ya a uno de los balwadis. De un pasado oscuro y triste, Asmita ahora comienza un presente lleno de oportunidades.

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