La escuela, el motor del cambio social

La familia de nuestra protagonista Sarika hace ocho años que vive en Bombay, en el área de Andheri. Son originarios de Chenguta en Andhra Pradesh, y como otros cientos de personas al día, llegaron a esta gran urbe en busca de oportunidades y con la esperanza de mejorar su calidad de vida. Pero al llegar a la ciudad de Bombay la realidad fue otra, no consiguieron ningún trabajo cualificado y los padres de Sarika se vieron forzados a  vivir de las basuras, recogiendo trapos para reciclaje. La situación de pobreza de esta familia es tal, que viven en una choza hecha de cartón y bambú.

Gracias al trabajo de movilización y concienciación de una de las profesoras de los parvularios de la zona de Andheri, los padres de Sarika conocieron el trabajo de nuestra Fundación, en concreto el proyecto de Educación preescolar, y no dudaron ni un momento en inscribir a su hija. Cuando esta niña comenzó las clases, sus condiciones físicas no eran muy buenas: estaba desnutrida. Uno de los objetivos del proyecto es mejorar la salud de las y los estudiantes, así que Sarika fue afortunada porque pudo recibir una comida diaria y los complementos nutricionales necesarios que la ayudaron a reponer fuerzas, ganar peso y crecer sana como cualquier niña de su edad.

Cada día que pasaba en la escuela se convertía en una motivación más, aprendía cosas nuevas y el cambio físico y psicológico empezó a notarse en  unos meses, lo que le hizo ganar mucha confianza en sí misma. Sabemos que Sarika es una niña renovada, con ilusión y ganas de mejorar día a día. Esta nueva situación no sólo ha impactado en esta pequeña… El proyecto ha dejado huella en los otros miembros de la familia, sus padres nos contaron “Hemos aprendido valiosas lecciones de higiene, y también a respetar a los demás y comunicarnos mejor con nuestros vecinos. A través de las reuniones de familias y maestras, nos hemos dado cuenta de la importancia de la educación, la salud y la higiene, así como de prevenir y reconocer los síntomas de enfermedades como la tuberculosis, el dengue, la malaria y la epilepsia, etc. “

Esta transformación tan positiva que ha desarrollado la familia es una gran motivación para Sonrisas de Bombay y una señal de éxito de nuestras profesoras y asistentes. Su labor cada día tanto con el alumnado como con las familias genera grandes cambios, y es una gran razón para sentirse orgulloso. ¡Sigamos juntos transformando futuros!