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Descubre como el proyecto Girl Child Education ha influido positivamente en la vida de Sravani

 en Educación

Sravani tiene 13 años, a los 6 su familia se trasladó de Thane a Marol y su vida se empezó a complicar. Su padre abandaonó a su madre y esto dejó a la mujer al frente de la casa y a cargo de sus dos hijas. Su madre empezó a trabajar todo el día, pero no era suficiente para llegar a fin de mes, así que Sravani y su hermana se pusieron también a trabajar, en este caso como vendedoras ambulantes. Esta situación conllevó un importante absentismo escolar en el caso de Sravani, una situación alarmante, ya que nos encontramos ante una alumna realmente aplicada y constante. Es por ello que su tutor reaccionó y estableció el contacto con Sonrisas de Bombay para conseguir que Sravani fuese becada por el proyecto Girl Child Education. Así que al cumplir los requisitos que el proyecto contempla, la joven recibió la beca de estudios y un kit de material.

Su sueño es ser abogada, y por eso se esmera mucho para obtener los mejores resultados. Cursa 9º en la escuela St. Rocks School, una de las escuelas con las que suele trabajar la Fundación. Además ha podido participar en seminarios para potenciar sus capacidades, ha tenido acceso a revisiones médicas, ya que el cuidado de la salud es básico para poder mirar al futuro a la cara, y también se han llevado a cado reuniones con su madre.

La misma Sravani nos decía “Este proyecto no sólo ha ayudado a reducir la presión económica de mi madre, sino que nos está ayudando a vivir una vida mejor en muchos aspectos. Me siento mucho más segura ahora. El proyecto Girl Child Education invierte y apuesta por niñas como yo, no sólo con becas, además lo hace con talleres y seminarios de desarrollo personal, potenciación de las habilidades, gestión del tiempo y de la comunicación. También ofrece información sobre nutrición, higiene y salud, y acceso a la salud. ¡He aprendido mucho a resolver problemas y a enfrentarme a situaciones complicadas! Creo que este proyecto es muy beneficioso para niñas como yo, y sería genial poder llegar a más niñas y poder contar con el apoyo de Sonrisas de Bombay para nuestra educación superior.”

Pese a que en Sonrisas de Bombay la perspectiva de género es transversal en toda nuestra acción, hay historias como la de Sravani y datos globales que ponen de manifiesto la necesidad de respuestas concretas a problemáticas específicas. Según la ONU, en el mundo 103 millones de jóvenes no tiene un nivel mínimo de alfabetización, más del 60% son mujeres.

La India es una potencia emergente que forma parte del grupo países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), estos tienen en común una gran población – India cuenta con más de 1.200 millones de habitantes- un gran territorio y recursos naturales, lo que les otorga relevancia a nivel geoestratégico, y cifras de crecimiento macroeconómico anuales. Todo ello los hace muy atractivos a la inversión de capitales, pero no se puede dejar de lado que tienen una distribución de la riqueza muy desigual. Según datos del PNUD, en 2011 mientras un 73% de la población india tenía acceso a la telefonía móvil, la tasa de alfabetización en hombres era del 82,14% y en las mujeres del 65,46%. Ese mismo año sólo un 10,96% de los asientos del parlamento indio estaban ocupados por mujeres.

Y es que la desigualdad de género sigue siendo, como también denuncia el PNUD, y a pesar del desarrollo económico, una asignatura pendiente para el país. En la ciudad de Bombay -en la que trabaja la fundación- más del 60% de sus 20 millones de habitantes viven en barrios de chabolas, slums, en condiciones de exclusión social y sufriendo vulneraciones sistemáticas de derechos. A esta realidad las mujeres a menudo suman una doble discriminación por cuestión de género. Si bien en la India cabe destacar que los menores abandonan sus estudios a los 11 años, las niñas lo hacen antes, ya sea para trabajar, cuidar de la casa o la familia, ser víctimas de redes de explotación, o para casarse. El hecho es que no pueden completar su educación básica, y esto establece un círculo de dependencia en el que se verán obligadas a vivir hipotecando sus oportunidades de futuro.

Ante esta realidad Sonrisas de Bombay puso en marcha el año 2014 el proyecto Girl Child Education. Este promueve la reincorporación a los programas de educación formal de aquellas jóvenes, como Sravani, que han tenido que abandonar sus estudios por cualquier circunstancia. Ese mismo año 232 chicas fueron becadas, y esta cifra aumentó al año siguiente, ya que se llegaron a becar a 403 chicas.

Este proyecto se enmarca en el Objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por las Naciones Unidas, que persigue garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos.

Determinados factores económicos, sociales e históricos, conllevan en la India que muchas familias, a pesar de que desde el año 2010 la educación es obligatoria de los 6 hasta los 14 años, no den valor a la educación de sus hijas. Es por ello que el trabajo con las familias es fundamental. Como también es clave el empoderamiento de las niñas y jóvenes. Esto se trabaja en Sonrisas de Bombay mediante su participación en talleres y seminarios formativos sobre diferentes cuestiones útiles para su relación con el entorno, así como con el acceso a la información sobre sus derechos, opciones de futuro, nutrición y salud y fomentando el acceso a los mismos.

En definitiva, desde Sonrisas de Bombay reivindicamos los 365 días del año que es necesario garantizar el acceso de las niñas y jóvenes a la educación, lo que requiere un trabajo holístico con la implicación del gobierno, las escuelas y las familias, y también de muchos otros agentes como los medios de comunicación, ya que la concienciación es fundamental. Es necesario construir entre todos un cambio de paradigma en el que las jóvenes dejen de ser sólo beneficiarias, y en el peor de los casos estar excluidas del sistema educativo, para ser agentes del cambio, socias de primer nivel de un desarrollo sostenible en el que no hay lugar para la pobreza y la igualdad de derechos y oportunidades son imprescindibles.

En el Día Internacional de la Niña queremos reivindicar el acceso a la educación como condición para romper el círculo vicioso de la pobreza. En el mundo 103 millones de jóvenes no tienen un nivel mínimo de alfabetización, más del 60% son mujeres.

Os recomendamos de nuevo el documental “Mujeres en Bombay” realizado en 2015 por Anna Casals y Chema García, colaboradores de la organización. Este presenta la situación y los retos a los que se enfrentan las mujeres de las comunidades de los slums de Bombay con las que trabajamos.

Con vuestro apoyo: #TransfromandoFuturos

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