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Historia desde el Centro Social en Nepal en el que apoyamos a mujeres que lo necesitan
Una historia que nos recuerda por qué cada apoyo cuenta
Kamala tiene 33 años y es madre de dos hijos. Vive en Katmandú, Nepal, y hasta hace poco su vida parecía un callejón sin salida.
Su marido trabajaba como conductor, pero nunca traía dinero a casa ni ayudaba con los gastos familiares. En lugar de eso, llegaba bebido y las peleas se volvieron parte de su día a día. Para sacar adelante a sus hijos, Kamala tuvo que buscar trabajo en hoteles locales, donde las condiciones eran muy duras y tenía que aceptar cualquier exigencia de los clientes solo para ganar algo de dinero.
Al volver a casa después de esas jornadas agotadoras, se encontraba con más violencia. Kamala se sentía completamente sola y sin esperanza.
El punto de inflexión
Afortunadamente, una amiga le habló del centro social de Sonrisas de Bombay en su zona. Al principio, Kamala no sabía qué esperar, pero decidió dar el paso.
Y ese paso lo cambió todo.
En el centro encontró algo que no había tenido en mucho tiempo: un lugar seguro donde poder hablar de su dolor y sus miedos. A través de las sesiones de apoyo psicológico, Kamala comenzó a entender mejor sus problemas y, poco a poco, a recuperar la confianza en sí misma.
Un camino hacia la esperanza

Kamala en el centro social
Hoy, Kamala visita regularmente el centro social. Participa en talleres de empoderamiento, sesiones grupales y ha aprendido a hacer collares de cuentas, una actividad que no solo le da ingresos extra, sino que la ayuda a encontrar paz y a dejar atrás el dolor.
Pero los cambios van más allá de Kamala. El centro también se hizo cargo de matricular a sus dos hijos en preescolar, quitándole una gran preocupación de encima.
«Ahora me siento más fuerte y motivada para seguir adelante», cuenta Kamala. «Incluso he planeado apuntarme a formación profesional para aprender nuevas habilidades y poder mantener mejor a mis hijos.»
Tu apoyo puede cambiar vidas como la de Kamala
La historia de Kamala no es única. En el centro social, cada día mujeres como ella encuentran la oportunidad de reescribir su historia.
¿Te imaginas el impacto que puede tener tu apoyo?
- Con tu ayuda, más mujeres pueden acceder a apoyo psicológico especializado
- Más familias pueden romper el ciclo de la pobreza y la violencia
Cada historia importa. Cada mujer merece una oportunidad.
Si la historia de Kamala te ha llegado al corazón, piensa en todas las mujeres que todavía están esperando esa oportunidad de cambio. Tu apoyo puede ser la diferencia entre la desesperanza y un futuro lleno de posibilidades.