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Begum: cuando la solución se convierte en pesadilla

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Begum: en busca de la solución 

Begum tiene 34 años, es la pequeña de 4 hermanos, un chico y dos chicas, que vivían con sus padres en Satkhira district (Bangladesh). La casaron cuando tenía 13 años y estudiaba 8º, con un electricista mayor que ella. Al año de estar casada, Begum dejó de estudiar. A los dos años tuvo su primer hijo, y con 17  tuvo un su segundo hijo. Para su humilde familia llegar a final de mes era complicado, y con los años la situación fue empeorando, ya que su marido no cada día conseguía trabajar y por tanto, volver con dinero a caso.

Hace unos años, Begum, agobiada por la situación le planteó a su marido trabajar ella también. Él accedió, pero pasaban los días y tampoco conseguía un trabajo decente. Desesperada se enteró de una formación para conseguir un empleo como limpiadora y convenció a su marido para apuntarse.

Tras 22 días de formación, la agencia le ofreció a Begum un trabajo en Arabia Saudí, como limpiadora en una casa para una pequeña familia con un buen sueldo. Además, si una vez allí no estaba bien, podía cambiar de familia. Tras muchas conversaciones su marido accedió a que Begum aceptara la oferta.

Cuando Begum lo comunicó a la agencia, le informaron que debía pagar primero  por los trámites necesarios para viajar. Unos trámites y gastos que fueron aumentando y a los que la familia de Begum consiguió hacer frente con mucho esfuerzo y contrayendo alguna deuda, que esperaban saldar con los sueldos futuros. Una vez todo estuvo en regla: pasaporte, certificado médico, etc., anunciaron a Begum que debía ir a Dhaka para continuar el proceso que había comenzado tres meses antes.

Así, a mediados de un mes de septiembre, Begum se fue a Dhaka. Tras un día completo en el que en otra oficina de la agencia se dedicaron a revisar una vez más la documentación, le informaron que su vuelo salía en 4 días y que tenía que estar de nuevo en Dhaka el día de antes. Cuando Begum llegó a Dhaka lista para iniciar una nueva etapa, se encontró en una habitación de hotel, con 40 mujeres más en su misma situación. Las llevaron al aeropuerto y el 21 de septiembre llegaron a Dubai. Tras un día en la ciudad iniciaron un viaje en el que iban dejando a las mujeres en los lugares donde iban a trabajar. En su caso trabajaría para un hombre soltero.

Cuando la solución se convierte en pesadilla

El 24 de septiembre Begum ya estaba en su lugar de trabajo. Los dos o tres primeros días todo fue bien, pero no había pasado ni una semana, cuando una noche su jefe se presentó en su habitación con la intención de violarla.Y así fue. Y lo peor es que la situación se fue repitiendo día tras día. Begum estaba muy asustada, sola, avergonzada, con miedo y no sabía qué hacer. Una semana después consiguió hablar con sus padres y les explicó la pesadilla que estaba viviendo. Para su desgracia, su jefe la escuchó y le prohibió toda comunicación. Cuando acabó el mes, su jefe tampoco le pagó el sueldo acordado y le dijo: “Te he contratado por dos años, cuando te vayas, te pagaré.” El estado mental y físico de Begum era cada vez peor. Y todo fue empeorando, ya que él dejó de alimentarla adecuadamente y definitivamente Begum estaba débil y enferma. Trabajaba sin parar de día y de noche era sexual y violentamente torturada.

En alguna ocasión, Begum tenía que ir también a limpiar a casa de la hermana de su jefe. Uno de esos días consiguió contactar con su agencia y les explicó todo. El resultado no pudo ser peor, ya que estos no hicieron nada por ella y se lo explicaron a su jefe. Ese día recibió una paliza horrible y la encerró durante días. Finalmente Begum amenazó con suicidarse. Para su sorpresa como respuesta a la amenaza la liberó y le dio dinero para irse en autobús a la ciudad y buscar la manera de volver a casa. Begum, desesperada consiguió contactar con la embajada y el 15 de diciembre, tras 15 días en la embajada, consiguió volver a casa. Una pesadilla de dos meses a la que Begum aún está haciendo frente, ya que regresar no ha sido el fin de este drama.

La lucha por recuperar su vida

Al volver a su casa la situación fue durísima. No fue bien recibida por su marido y sus hijos, enfadados por todo lo que había pasado y por la deuda contraída para que ella pudiera hacer ese trabajo. Su frustración y tristeza han sido enormes durante mucho tiempo. Begum ha estado luchando para conseguir dinero, reparar esta situación y ser aceptada de nuevo por su familia. Pero emocionalmente está muy débil. Desde hace unos meses identificaron su caso en Agrogoti Sangstha, la organización con la que trabajamos en Bangladesh para apoyar a víctimas de la trata y prevenir que más mujeres vivan dramas como este. Desde junio la estamos acompañando con sesiones de orientación y apoyo psicológico. Poco a poco se siente más fuerte y tiene como proyecto impulsar un pequeño negocio. También le estamos ofreciendo ayuda para cubrir las necesidades más básicas de su familia.

Esperamos que poco a poco pueda resolver su situación económica, así como curar sus heridas y conseguir que tanto ella como su familia entiendan que ella no es culpable de todo lo vivido. Llegar a este punto será clave para que Begum pueda soltar este lastre y sentirse libre y querida.Sin duda, estamos decididos a acompañarla en este camino.

#rompeconlatrata

*En esta historia hemos modificado algunos datos para proteger la identidad de esta mujer y su familia.

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