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Asiya: el peso de una decisión

 en Trata de personas

Asiya tiene 21 años y el peso de una decisión a sus espaldas

Asiya Sonrisas de BombayNació en un pueblecito de Satkhira district, en Bangladesh, en una familia con muy pocos recursos, pero sus padres la acompañaron todo lo que pudieron para que estudiase y así fue como llegó a ser admitida en la universidad de Satjira. Pero fue en ese momento cuando se enamoró de Emir, un joven camionero de un pueblecito vecino. Y en ese momento fue cuando sin saberlo Asiya tomó una de las peores decisiones de su vida: se fugaron y se casaron.

Al principio la familia de Emir no los aceptó, pero Asiya se quedó embarazada y con la esperanza de tener un nieto barón los acogieron en su casa.

Esos meses fueron los mejores. Pero Asiya tuvo una hija, Ratna. Y ahí empezó la peor pesadilla. Toda la familia, suegro, suegra, cuñada e incluso su marido empezaron a maltratarla. La culpaban de que no hubiera sido un varón. Recaía en Asiya todo el trabajo del hogar, cuidar a la niña, nadie se ocupaba de su alimentación. El ambiente era insostenible. Entonces llegaron las amenazas de divorcio, y las agresiones físicas.

Y al poco tiempo, su marido efectivamente se casó de nuevo y la echaron de casa. Fue entonces cuando Asiya se rebeló, pero solo consiguió una gran paliza y el escarnio público. Algunos vecinos la ayudaron y la llevaron a ella y a su hija a casa de sus padres.

Asiya estaba en una situación, física, anímica y económica deplorable por lo que empezó a atender las ofertas de grandes promesas económicas en India. Y por suerte, ha sido en este punto cuando conjuntamente con Agrogoti Sangstha, la organización con la que trabajamos en Bangladesh, hemos tenido conocimiento de su caso.

En las últimas semanas hemos podido hablar con ella: explicarle los riesgos de emigrar sin seguir los preceptos legales. Los peligros de caer en manos de las redes de trata de personas. Ahora es consciente de todo ello. Por lo que vamos a acompañarla en el proceso de reconstruir su vida en el lugar donde vive, mediante los programas que impulsamos de formación ocupacional. No será fácil pero vamos a esforzarnos al máximo para que pueda aprender una profesión y ser autosuficiente. Con nuestro y el de más valientes mujeres que luchan por VIVIR.

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