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Cómo Evitamos el Matrimonio Infantil de Geeta

 en Matrimonio infantil

Cuando un «no» evita un matrimonio infantil

A los 17 años, Geeta tenía todo por delante: sus estudios de informática y electrónica, sus sueños, su futuro. Pero en la comunidad en la que vive, donde la pobreza a menudo dicta las decisiones familiares, su historia podría haber tomado un rumbo muy diferente. Una propuesta de matrimonio llegó de forma inesperada, envuelta en falsas promesas y presiones económicas que amenazaban con arrebatarle todo aquello por lo que había luchado.

Matrimonio infantil en India: cuando la pobreza amenaza el futuro

En India, 1 de cada 3 niñas se casa antes de los 18 años. El matrimonio infantil perpetúa la pobreza y viola los derechos fundamentales de las niñas. Desde Sonrisas de Bombay trabajamos para cambiar esta realidad.

La familia de los suegros de su hermana había puesto los ojos en Geeta. La propuesta parecía «generosa»: casarla con un joven de su familia y, a cambio, costear el tratamiento dental que necesitaba. La urgencia era evidente: el padre de Geeta ehabía sufrido un ictus y ya no podía trabajar, y la situación económica familiar se tornaba cada vez más desesperante.

Pero detrás de esta aparente solución se escondía una realidad mucho más cruel. Lo que realmente buscaban era tener a una joven capaz, de origen humilde, al servicio de todas sus necesidades. El matrimonio infantil y forzado estaba a punto de cobrarse una víctima más.

Afortunadamente, Geeta participaba en las actividades de nuestro Smiling Bus, y fue allí donde tuvimos conocimiento de su situación. En ese momento crucial, nuestro trabajo de proximidad y confianza con las comunidades más vulnerables marcó la diferencia.

Matrimonio infantil Geeta

Geeta con su familia y nuestro equipo, en su casa

Cómo Sonrisas de Bombay interviene contra el matrimonio forzado

Desde Sonrisas de Bombay, actuamos de inmediato. Explicamos a Geeta ya su familia las consecuencias legales del matrimonio infantil y el impacto devastador que tendría en su presente y futuro. No se trataba solo de informar, sino de abrir los ojos ante una realidad que la desesperación había nublado.

Geeta comprendió rápidamente la gravedad de la situación. Junto con su padre, quien desde el principio se había opuesto firmemente a esta unión precipitada, comenzaron a trabajar para convencer a su madre. Ella veía en el matrimonio una solución a sus problemas económicos, pero nuestras reuniones le ayudaron a entender que, lejos de ser una salida, esta boda hipotecaría irremediablemente la vida de su hija.

El momento decisivo llegó cuando ofrecimos nuestro apoyo integral: acompañamiento en sus estudios y atención a sus necesidades médicas. De repente, existía una alternativa real al matrimonio forzado.

Educación vs Pobreza: el poder de decir «No» al matrimonio infantil

Gracias al trabajo de sensibilización y reflexión con toda la familia, el matrimonio fue anulado. Geeta recuperó las riendas de su vida, y, con ellas, la posibilidad de construir el futuro que siempre había soñado.

Pero la historia no termina ahí. Hoy, Geeta no solo continúa sus estudios de informática y electrónica con excelentes resultados, sino que está realizando prácticas profesionales. En un giro extraordinario de los acontecimientos, esta joven valiente se ha convertido en el sostén económico de su familia, demostrando que la educación y las oportunidades son la verdadera solución a la pobreza.

Tu donación puede prevenir el matrimonio infantil

La historia de Geeta demuestra que la educación es la herramienta más poderosa contra el matrimonio infantil y la pobreza. Tu donación puede prevenir que más niñas sufran matrimonios forzados. Una historia que parte de nuestro Smiling Bus y os la contamos la misma semana que os estamos invitando a participar en una ruta de yoga solidario, cuyos beneficios se destinarán a este proyecto. Apúntate. Y si estás lejos, sigue colaborando con nuestro proyecto transformador de lucha pacífica contra la trata, ya que la historia de Geeta es la prueba viviente de que cada donación, cada gesto de solidaridad, puede cambiar radicalmente el curso de una vida.

Colabora y estarás diciendo «no» al matrimonio infantil, estarás defendiendo el derecho de las niñas a ser niñas, a estudiar y a soñar.

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