QUÉ HACEMOS

En las áreas rurales en torno a los grandes núcleos urbanos, como Bombay o Calcuta en la India, Katmandú en Nepal, y las zonas fronterizas con India del superpoblado Bangladesh, miles de personas viven en condiciones muy precarias que las hacen vulnerables a la trata. La pandemia de la COVID-19 ha empeorado sensiblemente su situación, e incrementado el riesgo de ser captadas por las mafias. La perspectiva de poder mudarse a la gran ciudad y conseguir un trabajo es, a menudo, su única esperanza. Pero también la trampa de la que se aprovechan estas redes. En este contexto, Sonrisas de Bombay proporciona información sobre estos riesgos y, al mismo tiempo, genera capacidades y recursos en estas comunidades para que puedan mejorar sus condiciones de vida por sí mismas, sin necesidad de abandonar su residencia.

Durante el año pasado, este proyecto ha trabajado en aldeas rurales del distrito de Thane, en el estado de Maharashtra, concienciando a la población de los riesgos que suponen las redes de trata, a fin de evitar que las niñas y mujeres, especialmente, caigan en las mismas.