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Mamá de uno de los pequeños motores de cambio

 en Sensibilización

El caso de Shrowni Ghadi es un claro ejemplo de cómo en Sonrisas de Bombay generamos beneficiarios colaterales. Y es que cuando ayudas a una persona, no sólo ella cambia, sino que todo su entorno va de la mano y así, una comunidad entera.

Nuestra protagonista es la madre de Mayuresh, uno de los niños que acuden cada día a nuestros parvularios, centros de educación preescolar de Sonrisas de Bombay. Con un brillo especial en la mirada, y orgullosa de ver en lo que se ha convertido su niño, Shrowni exclama: “¡tengo que aprender de mi hijo!”. Y es que este pequeño ha creado una espiral de cambio en su propia casa, trasladando todo lo que aprende en la escuela a su entorno, haciendo que su familia se adapte a los buenos hábitos y costumbres que está adoptando en el parvulario.

Higiene

Según un estudio de UNICEF, cada año, 1,4 millones de niños mueren por enfermedades prevenibles como la neumonía y la diarrea. Se trata de una cifra abrumadora, que se podría reducir a través del trabajo con los niños y sus familias para que adopten una primera solución muy sencilla: lavarse las manos. Para ti que nos estás leyendo pensarás que  esto es un hábito en tu rutina diaria. Pero no es igual en la India, por lo que en Sonrisas de Bombay, nos esforzamos para que este simple gesto forme parte de la higiene diaria de los más pequeños y así puedan también trasladárselo a sus familiares. Mayuresh así lo ha hecho y en casa de Shrowni se ha convertido en una obligación antes de empezar a comer.

Salud y nutrición    
Los niños y niñas beneficiarios de este programa, reciben cada día una comida muy rica a nivel nutricional, que les ayuda a estar fuertes y tener energía durante toda la jornada. Aprenden además a distinguir qué alimentos son buenos para su crecimiento y su salud, y cómo deben tomarlos. Desde que Mayuresh participa en el programa, su madre intenta incluir alimentos crudos en la dieta de toda la familia, porque ha aprendido que conservan mejor las propiedades y nutrientes.

Respeto al entorno

Shrowni nos cuenta orgullosa la evolución del comportamiento de su hijo desde los primeros días como estudiante en el parvulario:  “Era bastante travieso antes de entrar a la escuela. Pero después de varias semanas, comenzamos a notar cambios muy positivos en él. Ha desarrollado muy buenos hábitos y conductas, que le acompañarán a lo largo de su vida. Ser respetuoso con los mayores, mantener el entorno limpio y comer bien sin crear problemas, son pequeños ejemplos de cómo se está formando como ser humano y nos da mucha alegría verlo evolucionar tan rápidamente. Todos los miembros de la familia e incluso nuestros vecinos han notado estos cambios.”

A través de los ojos de Shrowni vemos cómo el objetivo de Sonrisas de Bombay se hace cada día realidad. Poco a poco, ese desarrollo de la comunidad nos sitúa a un paso más para conseguir un Bombay próspero y que avanza hacia el futuro con optimismo.

Y todo esto es posible con la colaboración de nuestros socios y socias colaboradores, ¡GRACIAS!

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